El Espacio Técnico

© Claudia Kozak, 2002.Todos los derechos reservados
Licenciatura en Comunicación Social - UNER


Podría escribirse toda una “historia de los espacios” –que sería al mismo tiempo una “historia de los poderes”- que comprendería desde las grandes estrategias de la geopolítica hasta las pequeñas tácticas del hábitat, de la arquitectura institucional, de la sala de clase o de la organizaciónhospitalaria, pasando por las implantaciones económico-políticas. Sorprende ver cuánto tiempo ha hecho falta para que el problema de los espacios aparezca como un problema histórico-político, ya que o bien el espacio se reenviaba a la “naturaleza” -a lo dado, a las determinaciones primeras, a la “geografía físiica”- (...) o bien se lo concebía como lugar de residencia o de expansión, de un pueblo, deuna cultura, de una lengua, de un Estado.
Michel Foucault, “El ojo del poder”




Pensemos en la constitución de un espacio técnico que modela los cuerpos de las personas, sus maneras de habitar y de ser sujetos de experiencia desde los inicios de la Modernidad. Ciudad y cuerpo se convierten así, desde esta perspectiva, en objetos detratamiento. El tratamiento del cuerpo, el tratamiento de la ciudad, aparecen no sólo cuando -como analizó Foucault, se convierten en objeto de estudio-, sino también cuando el conocimiento obtenido de tal estudio se revela funcional a “implantaciones económico-políticas”.

La visibilidad panóptica propia de las sociedades disciplinarias analizadas por Michel Foucault, aquélla que permite unainternalización del control social al punto de que éste llega a convertirse en control de potencialidades o virtualidades -por lo que se hace innecesario el castigo sobre el cuerpo del delito- puede leerse no sólo en la arquitectura edilicia panóptica (esto es, el Panóptico de Bentham) sino también, a un nivel más general, en el diseño urbano de la Modernidad. La disposición hacia la apertura y lacirculación urbanas no es más que uno de los modos de esa visibilidad. Y si bien pueden analizarse distintos proyectos urbanísticos que evidencian antes del siglo XIX ese deseo de sana circulación (cfr. Richard Sennett, Carne y piedra), es en realidad el caso de la remodelación de París llevada a cabo a mediados del siglo XIX por el Baron de Haussmann, a instancias de Napoleón III, aquél que sueletomarse como referencia ineludible.

Uno de los primeros autores en prestar atención a esto fue Walter Benjamin; otros, luego, han construido sus lecturas sobre la base de la realizada por este autor (Cfr. por ejemplo la lectura de Marshall Berman en Todo lo sólido se desvanece en el aire). Pero la racionalización técnico-urbana de los espacios se plantea -igualmente- en otros contextos durantetodo el siglo XIX. Los postulados urbanísticos de socialistas utópicos como Owen o Fourier (el Paralelogramo de la Armonía, el Falansterio) constituyen también antecedentes fundamentales de la renovación urbanística que se daría luego en el siglo XX de la mano de Le Corbusier. En tal sentido, se diría, el urbanismo moderno nace bajo la impronta de una sensibilidad técnica de la que, aún en losmejores casos, le cuesta tomar distancia.

Urbanismo, en efecto, implica planificación, mapa, cuadrícula; allí donde, desde otra perspectiva, no habría más que experiencia particular del espacio, superposición de “planos”, simultaneidad de prácticas que no pueden ser reducidas a la mirada panóptica o panorámica.

Esta nueva ciencia del espacio urbano, que se da en rigor a comienzos del siglo XX,cuando el urbanismo se convierte en “disciplina científica”, se manifiesta sin embargo con anterioridad en múltiples ejemplos de regularización del espacio.

Así por ejemplo, puede leerse esa regularización, que implica asimismo abstracción, en la historia de las representaciones cartográficas del espacio. El mapa medieval era concebido en términos de recorrido, de itinerario ligado a diversas...