El estado y la seguridad social

De la seguridad social a la inestabilidad social

Empecemos por una pregunta: ¿hasta dónde nos estamos alejando de la seguridad social como esquema de gestión del bienestar de la población y nos estamos acercando a los seguros? La pregunta no es menor. En menos de quince años hemos pasado de los fondos colectivos a las cuentas individuales; de la gestión pública de recursos a la administraciónprivada; de los modelos de reparto a los de aportaciones definidas; de los sistemas verticales, vinculados al trabajo, a la reorganización horizontal de funciones que separan el financiamiento de la prestación de servicios y la regulación; de las políticas de expansión de la cobertura a las de contención de la demanda; y de la redistribución a la reducción de costos, entre otras medidas quepodrían cerrar el círculo con el paso de las coberturas delimitadas a la libertad de elección y la plena portabilidad de derechos.
Lo anterior conduce a dos preguntas adicionales: primero, cómo evaluar estos cambios, y segundo, partiendo del hecho de que los sistemas originales enfrentan una serie de problemas que ponen en riesgo a los institutos, además de los costos que la reforma ha impuesto, cómorecuperar las bases de una seguridad social universal, solidaria, justa y redistributiva, pero que al mismo tiempo sea social y económicamente eficiente de cara a las condiciones que vive el país y que enfrentará en las próximas décadas.
Estos temas, con frecuencia, constituyen la parte olvidada de la agenda que ha conducido las reformas y que supone la existencia de una política pública y agentesracionales para resolver todo problema institucional y que, en el caso de la seguridad social, se sintetizan en el círculo virtuoso de la individualización de cuentas, la apertura de servicios, la liberalización de la gestión de fondos, la revisión de las cuotas y de los periodos de cotización, así como la búsqueda del autofinanciamiento, la solvencia y la competencia como criterios rectores delsistema, una vez reformado.
Frente a ello, en este texto se propone una serie de elementos para avanzar en el debate de la seguridad social que México necesita. En esta primera parte, se hace una valoración de lo que ha sido la reforma, los efectos sociales que ha generado, sus costos y problemas, en especial en el capítulo de las pensiones. Y en la segunda (ver el artículo "Discutir la seguridadsocial"), en cambio, se abordan algunos de los elementos que sería necesario empezar a discutir para recuperar la seguridad social —y no los seguros— como el esquema de gestión del bienestar social. La diferencia, en este caso, es fundamental: mientras que la seguridad social parte de los derechos reconocidos en un pacto social y garantizados mediante instituciones públicas con respaldo estatal,los modelos de aseguramiento no; por el contrario, se sostienen en formas de intercambio y gestión de necesidades privadas, que se organizan mediante la mercantilización de diversos derechos.
Una revisión del modelo
Haciendo una apretada síntesis, la reforma de la seguridad social, especialmente el caso de las pensiones en México, forma parte de la política de ajuste estructural en donde laliberalización pasa del campo económico al campo social. En tal sentido, comparte la esencia de las políticas públicas que dan primacía al ahorro interno sobre la inversión; que fomentan la competitividad vía precios y no vía productividad; y que buscan disminuir los "impuestos" sobre nómina de las empresas que representan las cuotas a la seguridad social. Así, forma parte de la reforma del Estado enmateria social, que cambia el papel del Estado en la administración y gestión de los fondos y beneficios, por la supervisión de las reglas del juego entre los participantes privados. Y finalmente, dentro de la liberalización financiera, ocupa un lugar relevante en virtud del 20% de los fondos que se pueden invertir en el extranjero; aunque también se reconoce como fundamental dentro de las...