El estilo de gobernar de Malova
Arturo Santamaría Gómez.
A dos años de haberse establecido en el tercer piso del edificio de gobierno, puede distinguirse con toda claridad el estilo político deMario López Valdés.
Quizá en Ahome, donde fue alcalde ya sabían cómo tiraba y bateaba la pelota, pero la gran mayoría de los habitantes de Sinaloa desconocíamos su swing y lanzamientos favoritos.Tampoco su paso por el Senado y la campaña para gobernador nos dejaron ver su ADN. Fue, realmente, el poder de la gubernatura quien lo presentó sin tapujos a la ciudadanía.
Quizá solo el gobernador deJalisco, Emilio González, aunque con otros redobles, puede competir en pintoresquismo con Malova. Lo cierto es que el titular del Ejecutivo en Sinaloa ya gana titulares de los diarios de la capitalde la república, los más leídos e influyentes del País, con sus originales, inesperadas y mediáticas acciones.
Mario López Valdés parece ser más espontáneo que premeditado, más ocurrente queconsciente, lo cual representaría un tipo de personalidad muy frecuente en Sinaloa. La “carrilla”, la informalidad, la “charra” abundante, la anécdota, la frescura y la simpatía constituyen rasgos constantesde una personalidad colectiva sinaloense. Y pues, Malova encarna con mucha fidelidad estas características.
Lo interesante e importante es preguntarse si esos rasgos de su personalidad se plasman enun estilo personal de gobernar, tal y como lo observaba Daniel Cossío Villegas, el primer politólogo de gran altura en México, durante el sexenio del hiperkinético Luís Echeverría Álvarez.
Decía elfundador y primer Director del Colegio de México en su libro “El estilo personal de gobernar”(1974):
“…el presidente de México tiene un poder inmenso, es inevitable que lo ejerza personal y noconstitucionalmente (…) es decir, el temperamento, el carácter, las simpatías y las diferencias de educación y las experiencias personales influirán de modo claro en su vida política…”.
Se dice mucho que...
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