El Fantasma De Canterville

El Fantasma de Canterville

Autor:
Oscar Wilde nació el 16 de octubre de 1854 en Dublín (Irlanda) . Fue escritor, poeta y dramaturgo británico-irlandés. Murió en París, el 30 de noviembre de 1900.

Resumen:

Cuando el señor Hiram B. Otis, el ministro americano, adquirió la mansión de Canterville, todo el mundo le dijo que había hecho una tontería, pues no había duda de que el lugarestaba encantado. Incluso el propio Lord Canterville, se sintió en el deber de mencionar el hecho, cuando hablaron del contrato. Él le advirtió acerca del fantasma.
Pocas semanas después se llevó a cabo la venta, y al final de curso el ministro y su familia se trasladaron a la mansión de Canterville. La familia estaba compuesta por: el señor Otis, la señora Otis, su hijo mayor, bautizado con elnombre de Washington, la señorita Virginia E. Otis y los gemelos, conocidos como “Barras y Estrellas”, pues vivían en constante agitación.
Era un hermoso atardecer de julio y el aire estaba impregnado de olor a pino. Sin embargo, al meterse por la avenida de la mansión de Canterville, el cielo se cubrió repentinamente de nubarrones y una extraña quietud pareció apoderarse del ambiente.
De pie en laescalinata los recibió una anciana pulcramente vestida de seda negra. Se trataba de la señora Umney, el ama de llaves, quien al bajarse la familia del coche, le hizo a cada una profunda reverencia, y les dio la bienvenida.
De pronto, ya en la casa, la señora Otis vio una mancha rojo mate en el suelo y preguntó qué se había derramado ahí. Umney le respondió que era sangre y la señora Otis ledijo que hay que quitarla en seguida.
La anciana sonrió y contestó en el mismo bajo y misterioso tono de vos: la mancha de sangra ha sido muy admirada por turistas y por otras personas, y no hay quien la quite, pero al instante el ministro americano borró la mancha con el detergente “Campeón de Pikerton”.
Pero tan pronto hubo hecho esto un terrible relámpago iluminó la sombría estancia, y laseñora Unmey se desmayó.
A los pocos minutos la señora volvió en sí y seriamente advirtió al señor Otis que algo malo sucedería en esta casa.
La tormenta descargó con fuerza durante toda la noche, pero no sucedió nada digno de mención. Sin embrago, a la mañana siguiente al bajar a desayunar, encontraron de nuevo en el suelo la terrible mancha de sangre. Otis dijo que debe ser el fantasma.
Asípues borró la mancha por segunda vez, pero a la mañana siguiente apareció de nuevo. A la tercera mañana también volvió a aparecer.
Esa noche se borraron definitivamente todas las dudas sobre la existencia objetiva de los fantasmas.
A las once se retiró la familia, y pasada media hora todas las luces se habían apagado. Poco tiempo después el señor Otis se despertó a causa de un extraño ruido en elpasillo, de golpes metálicos .Se levantó al instante. Abrió la puerta. Era la una exactamente. A la pálida luz de la luna vio ante sí un viejo de aspecto espantoso. Sus ojos eran rojos como ascuas encendidas; su cabello largo y gris caía como alambre enmarañado sobre sus hombros; su vestimenta, de corte de otra época estaba sucia y deshilachada, y de sus muñecas y tobillos colgaban pesadasargollas y cadenas mohosas.
Otis le pidió que engrase esas cadenas, y le trajo al efecto un frasquito de “Lubricante Sol Naciente de Bammany”
El ministro se retiró a descansar.
El fantasma de Canterville huyó por el pasillo. Justo al llegar a lo algo de la gran escalinata de roble, se abrió una puerta de golpe, y aparecieron don personajillos en camisón blanco; y una almohada salió volando ¡Casirozando la cabeza!
Al llegar a una pequeña cámara secreta empezó a intentar evaluar su situación. Decidió vengarse y permaneció en actitud de profunda meditación hasta el amanecer.
A la mañana siguiente, la familia se puso a discutir el tema del fantasma con cierto detenimiento.
De todas maneras, durante el resto de la semana, no fueron molestados.
La segunda aparición del fantasma fue...