El Gato Negro

El Gato Negro


por Edgar Allan Poe
(publicado 1845)




PARA la narrativa más salvaje, aunque simple que estoy a punto de la pluma, ni yo lo esperaba ni solicito creencia. Estaría completamente loco si lo esperase que, en un caso en el que mis sentidos rechazan su propia evidencia. Sin embargo, loco no estoy yo - y muy seguramente no me sueño. Pero mañana me muera, y que quisiera aliviarhoy mi alma. Mi propósito inmediato es poner ante el mundo, clara, concretamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. En sus consecuencias, estos eventos han aterrorizado - han torturado - me han destruido. Sin embargo, no voy a intentar exponerlas. Para mí, que han presentado poco pero Horror - a muchas personas les parecerán menos terribles que barroques. De aquí en adelante,tal vez, algunos intelecto puede encontrar lo que reducirá mi fantasma al lugar común - algunos inteligencia más serena, más lógica y mucho menos excitable que la mía, que percibir, en las circunstancias que relato con terror, nada más que una sucesión normal de causas y efectos naturales. Desde mi infancia me di cuenta de la docilidad y humanidad de mi carácter. Mi ternura de corazón era aúntan evidente como para hacerme la burla de mis compañeros. Yo estaba especialmente encariñado con animales, y me permití por mis padres con una gran variedad de animales domésticos. Con estos Pasé la mayor parte de mi tiempo, y nunca fui tan feliz como cuando comer y los acariciaba. Esta peculiaridad de carácter creció con mi crecimiento, y, en mi hombría, me deriva de ella una de mis principalesfuentes de placer. Para aquellos que han profesado afecto a un fiel y sagaz perro, No necesito estar en el problema de explicar la naturaleza o la intensidad de la gratificación que eso puede producir. Hay algo en el amor desinteresado y abnegado de un animal que llega directamente al corazón de aquel que ha tenido numerosas ocasiones para poner a prueba la amistad mezquina y gasa fidelidad delHombre natural. Me casé joven, y estaba feliz de encontrar en mi esposa una disposición semejante a la mía. Observando mi debilidad por los animales domésticos, no perdió oportunidad de procurar los del tipo más agradable. Teníamos pájaros, peces de oro, una multa de perros, conejos, un mono pequeño y un gato. Este último era un animal muy fuerte y bello, completamente negro y sagaz en ungrado asombroso. Al hablar de su inteligencia, mi mujer, que en el fondo no era un poco teñida con la superstición, aludía frecuentemente a la antigua creencia popular, que consideraba a todos los gatos negros como brujas disfrazadas. No es que ella estaba siempre serio sobre este punto - y me mencionó el asunto en absoluto por ninguna razón mejor que el que pasa, ahora mismo, para ser recordado.Plutón - este era el nombre del gato - era mi mascota y compañero de juegos favorito . Sólo yo le daba de comer, y él me Asistí a dondequiera que iba por la casa. Fue incluso con dificultad que pudiera impedir que me siguiera por la calle. Nuestra amistad duró, de esta manera, durante varios años, durante los cuales mi temperamento y carácter general - a través de la instrumentalidad del Demoniointemperancia - tenido (I ruborizarse confesarlo) experimentó una alteración radicalmente funesta. Crecí, día a día, más taciturno, más irritable, más indiferente a los sentimientos de los demás. Sufrí yo a usar el lenguaje intemperante a mi esposa. Al final, incluso con violencias personales. Mis mascotas, por supuesto, nos hicieron sentir el cambio de mi carácter. Yo no sólo descuidado, pero losusé mal. Para Plutón , sin embargo, todavía conservaba respecto suficiente para detenerme de él maltratar, como hice ningún escrúpulo de maltratar a los conejos, al mono, o incluso el perro, cuando por accidente, o por medio de afecto, se cruzaban en mi camino. Pero mi enfermedad creció sobre mí - para qué enfermedad es comparable al alcohol! - Y al final incluso Plutón , que ahora se estaba...