El Grito de Alcorta

Páginas: 6 (1391 palabras) Publicado: 22 de octubre de 2014
EL GRITO DE ALCORTALa Argentina era, para fines del siglo XIX, la tierra de la gran promesa. Hacia aquí venían en tercera clase, porque no había cuarta, miles y miles de seres humanos, familias cargadas de ilusiones, venían con muchas ganas de terminar con una constante con la que convivían desde la cuna: la humillación, el ninguneo, la miseria. Les habían dicho que del otro lado del Atlánticohabía una tierra rica, tan rica que alcanzaba para todos, donde todos podrían tener su lugar en el mundo, donde nadie los mandaría y serían finalmente libres. La promesa era atractiva tanto para aquellos que se sentían perseguidos por el hambre como para los que además de la miseria los perseguían literalmente las autoridades locales por profesar ideas socialistas o anarquistas. Para cuando laoleada inmigratoria se fue volviendo marea, a partir de 1880, la tierra prometida ya estaba repartida. La llamada “conquista del desierto” había entregado millones de hectáreas a los mismos de siempre en lugar de reservarlas para los inmigrantes como planteaba la Ley Avellaneda. Muchos, con gran dolor y algo de resignación decidieron quedarse en Buenos Aires a trabajar en lo que pudieran. Otros searriesgaron a encaminarse con sus familias al campo a intentar cumplir aquel sueño que les había servido de combustible para llegar hasta aquí. La mayoría rumbeó para el Norte de la provincia de Buenos Aires, Sur de Santa Fe y Córdoba, consolidando la Pampa Gringa que había empezado a tomar forma a partir de las colonias creadas a mediados de la década de 1850. Cuando bajaron de los vagonespolvorientos del Central Argentino comprobaron que su escaso capital no les alcanzaba para comprar ni un palmo de tierra y que los grandes propietarios no vendían una sola hectárea porque habían encontrado el método más cómodo y rentable de valorizar sus tierras: arrendarlas a los cada vez más inmigrantes que llegaban desesperados a la zona. Los inquilinos se harían cargo de todo: sembrarían por su cuentay riesgo, alquilarían a los propietarios –y sólo a los propietarios- los elementos de labranza y las trilladoras, les entregarían los cereales limpios y embolsados –en bolsas que sólo podían comprarles a los dueños del campo- listos para su traslado al puerto y quedaría para los dueños entre el 40 y el 50% de la producción. La cosa no terminaba ahí. Los arrendatarios, que comenzaron a serllamados “chacareros”, no podían sembrar otro cultivo que los pactados con los dueños y no podían criar ganado ni caballar, ni vacuno si no pagaban una abultada suma en carácter de “multa”. La mayoría de los chacareros se veían obligados e comprar todos los elementos necesarios para su vida diaria en los almacenes de sus patrones a precios varias veces superiores a los valores de mercado, lo que losllevaba a vivir endeudados de una cosecha a la otra.La cosecha de 1911 había sido particularmente mala y las deudas se multiplicaron y cuando todo parecía solucionarse en 1912 con una muy buena cosecha, la perversidad del sistema se puso en evidencia: a los labriegos sólo les alcanzó para pagar lo que debían a sus propietarios y ni siquiera pudieron cancelar los importes de las libretas con losalmacenes que no pertenecían a la patronal. Y fue justamente un almacenero de pensamiento socialista Ángel Bujarrabal el que comenzó a coincidir con sus clientes en que las injusticias eran demasiadas, que trabajaban de sol a sol y cada vez estaban más pobres, qué él no era su enemigo y que estaba dispuesto a ayudarlos, que lo principal era organizarse para cambiar el sistema de arriendos. Así fue comoun 25 de junio de 1912 se reunieron en la Sociedad Italiana de Alcorta, unos dos mil chacareros de la zona. Allí pudo escucharse la voz de Francisco Bulzani decir: “No hemos podido pagar nuestras deudas y el comercio, salvo algunas honrosas excepciones, nos niega la libreta. Seguimos ilusionados con una buena cosecha y ella ha llegado pero continuamos en la miseria. Esto no puede continuar así....
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