El hijo de Rosemary
Ira Levin
EL HIJO DE ROSEMARY
Traducción de María Vidal Campos
Título original: Son of Rosemary
Traducido de la edición de Dutton, Nueva York
Se han parafraseado fragmentos de la letra de las siguientes canciones:
«Let's Face the Music and Dance» © 1935, 1936, Irving Berlin
«Change Partners» © 1937, 1938, IrvingBerlin
«Blue Skies» © 1927, Irving Berlin
«Isn't This a Lovely Day» © 1935, Irving Berlin
«Cheek to Cheek» © 1935, Irving Berlin
Diseño de la cubierta: Luz de la Mora
Fotografía de la cubierta: Antoni Catany, Composición con muñecas.
ISBN: 84-397-0367-8
Depósito legal: B. 17.440-1999
A
Mia Farrow
La Biblia hace constar, con fehaciente claridad, que Satanás existe yque es muy poderoso. No se trata de un mito, no es una simple proyección de nuestro cerebro cuando intentamos explicar los misterios del mal. Es un perverso poder espiritual cuyo único objetivo consiste en combatir la obra de Dios.
BILLY GRAHAM
Newsweek, 13 de noviembre de 1995
There may be trouble ahead,
But while there's moonlight and music
And love and romance
Let's face themusic and dance.
Befare the fiddlers have fled,
Before they ask us to pay the bill
And while we still have the chance
Let's face the music and dance.
IRVING BERLIN
«Let's Face the Music and Dance»
Follow the Fleet, 1936
Esto es una obra de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes son o bien producto de la imaginación del autor o se utilizan ficticiamente, y cualquierparecido con personas reales, vivas o muertas, sucesos o lugares es mera coincidencia.
UNO
1
En Manhattan, la clara y vigorizante mañana del martes 9 de noviembre de 1999, el doctor Stanley Shand, dentista jubilado y con dos divorcios en su curriculum matrimonial, abandona el piso de la avenida Amsterdam, donde reside, y sedispone a dar su paseo cotidiano. Pese a sus ochenta y nueve años, camina con paso enérgico, lleva erguida la cabeza, tocada con gorra de cuadros, y la vivacidad brilla en sus ojos. Disfruta de una salud de hierro y de un secreto, un magnífico secreto que alienta todos sus instantes conscientes. Participa desde hace treinta y tres años –a decir verdad, se ha convertido recientemente en el últimoparticipante vivo– en un acontecimiento cósmico cuya fructificación definitiva se va a cumplir en el plazo máximo de dos meses.
En la confluencia de Broadway y la calle Setenta y cuatro, un taxi sin control se precipita a toda velocidad sobre la acera y aplasta al doctor Shand contra la pared del teatro Beacon. El hombre fallece instantáneamente.
En el mismo instante –pocos segundos después delas 11.03 de la mañana–, en el sanatorio Halsey-Bodein, de Upper Montclair (Nueva Jersey), se abren los ojos de la paciente de la habitación 215. Unos ojos que han permanecido cerrados durante todos los años que la mujer lleva ingresada en el establecimiento: desde mil novecientos setenta y algo, más tiempo del que recuerda cualquier persona del Sanatorio Halsey-Bodein.
La apergaminada enfermeranegra que aplica un masaje al brazo derecho de la mujer hace gala entonces de una extraordinaria presencia de ánimo. Traga saliva, respira hondo y sigue con el masaje.
–Hola, nena –saluda en tono cordial–. Nos alegra la mar tenerte ya con nosotros.
El nombre que figura en la placa de su uniforme es CLARISE; por encima del mismo cuelga una chapa en la que reza IANDY. Separa una mano, la alargahacia la mesita de noche y busca a tientas el pulsador del timbre.
La paciente mira hacia el techo y pestañea. Frunce los labios, en los que brilla la saliva. Ha entrado en la cincuentena, tiene tez pálida y bonita figura. La cabeza, con el bien peinado cabello castaño rojizo cuajado de hebras grises, se inclina a un lado, implorantes las pupilas azules.
–Vas a recuperarte –le tranquiliza...
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