El Mar

El mar


Aquel niño había nacido en el punto central de una extensa zona campesina. En los términos de su vida, el agua era la cachimba con el prodigio de surgir y empapar la tierra,formar un recipiente, breve copa dónde beber un trozo de cielo; el tajamar regalo
Temporal aprisionando el regalo de las lluvias esperadas, era espejo reflejando cornamentas y caras cuyas bocassedientas quebraban las imágenes; el pozo era creador de círculos profundos mientras recogiendo la cadena se elevaba el balde escuchándose el quejumbroso rechinar de la roldana. Empinado el brocal, veíasu rostro en el fondo temblando con las circunferencias desplazadas. Aquel hilo acuoso alejado de las casas era el líquido donde peces brillantes y bagres reducidos solían alegrar a quien iba en subúsqueda con una corta caña, hilo y un doblado alfiler hecho anzuelo. Un arroyo, un río, un océano, no entraba en la imaginación por desconocido, por lo supuestamente inmenso. El agua cobraba importancia,en la sequía y su llegada con la lluvia significaba reimplantar en el tajamar las cabezas y cuernos desvanecidos, llenar la copa vacía de la cachimba, subir la superficie del pozo mermado y darcuerpo y vida al oculto lugar de la pesca. En esa realidad un suceso inició cambios. El niño viajando enana jardinera llegó al pueblo, en la estación subió al ferrocarril, iniciando un trayecto hasta lacapital de su país. Al paso del tren veía la tierra trabajada, gente en sus labores, iguales pozos, idénticos tajamares y animales mirándose la cara. Era como ver su propia casa. Comprendió que todo eratrabajo. Faltando poco para su destino notó que el campo se transformaba en ciudad y a la llegada, la estación lo cubrió con un amplio y alto espacio vidriado y un enorme andén mostraba personasbajando y subiendo a los vagones. Entre sorpresas, también él, se unió al gentío. Ya en el alojamiento sentado en el medio de la ciudad, conoció calles de nombres desconocidos, sus casas y habitantes,...