El monopolio de la violencia por parte del estado: ¿Noble combate o desvergonzado ejercicio?


Néstor D. Mejía Robles Viernes, 6 de mayo de 2014

El monopolio de la violencia por parte del estado:
¿Noble combate o desvergonzado ejercicio?

En el momento en que un régimen autoritario se aproxima a su crisis final, su desintegración parece seguir una regla única. Antes de su total colapso, una reacción misteriosa tienelugar: repentinamente el pueblo sabe que el juego ha terminado, y pierde el miedo. No es solamente que el régimen pierda su legitimidad, sino que además su ejercicio del poder es percibido como una reacción impotente de pánico. Sin embargo, el uso de la violencia, para someter la violencia, por parte de su brazo armado (la policía, el ejército, etc.) se entiende desde el mismo como un acto meritorio,como una necesidad, un beneficio, un deber de vida. El sometimiento de los “Liberados” se justifica en la noción que el mismo estado genera acerca de la posible peligrosidad de quienes se enfrentan a ellos, haciendo uso de la fuerza (violencia directa) que únicamente debe ser empleada por estos pocos afortunados, y no se percibe como uno de los principales motivos por los cuales se ha llegado atal extremo.
En los actuales tiempos interesantes (concepto acuñado por el filósofo Slavoj Zizek), de inestabilidad política, guerra, y lucha por el poder, pareciera que la violencia, como tema de reflexión está por demás rebasada (todos sabemos que es –aun cuando no la definimos conceptualmente- porque hemos sido alcanzados en algún momento por ella). Comprendemos que el estado actual del mundoes en sí mismo producto de nuestro no actuar (nuestra pasividad ante la desvergonzada manera de actuar de los círculos hegemónicos del poder), de la ambición capitalista que cosifica a los sujetos atendiendo la formula económica de oferta-demanda, y de la desmesurada velocidad con la que “el progreso” progresa sólo por progresar. Esto inequívocamente deriva en una crisis del orden social, quelegitima la violencia entendida como cultura, volviéndola el único método de respuesta a tales acciones, a tal estado de emergencia. Esta realidad pareciera un acto justo de emancipación radical desde la lectura de los involucrados en tales cuestiones, más aún podría presentar a modo de queja o de demanda la necesidad que la sociedad tienen de una reforma a la estructura misma de su orden. Sinembargo es en este punto donde la intervención del estado, con las mismas prácticas violentas que intenta sofocar, se vuelve una necesidad para el mantenimiento de la (su) estructura. Basta recordar la película V de venganza de James McTeigue, que en 2005 nos presentó una panorámica acerca del actuar de un pueblo en el momento en el que el abuso totalitario del estado impulsa a la revolución, pararecordar que es en este punto donde la implementación de la violencia es entendida como la única salida, como la única respuesta al conflicto. El filósofo Alain Badiou expuso recientemente la fórmula de una “violencia defensiva”: se debería renunciar a la violencia (la toma violenta del poder estatal) como el principal modus operandi y más bien concentrarse en la construcción de dominios libres,distantes del poder estatal, sustraídos de su reino, y solamente recurrir a la violencia cuando el Estado mismo la usa para aplastar y someter esas “zonas liberadas” (Badiou:2006) Lo verdaderamente alarmante es que el estado desde esta perspectiva, es aquel que dentro de un determinado espacio reclama (con éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima. Siendo así que a todas las demásasociaciones e individuos sólo se les concede el derecho a la violencia física en la medida en que el Estado lo permite. El Estado es la única fuente del ‘derecho’ a la violencia.
Según Althusser al ser el Estado un agente represor, que tiene en su poder el monopolio legítimo de la fuerza y que a su vez lo hace legítimo, se describe a sí mismo como eterno y lo reproduce en la infraestructura que...