El Pepino De Mar
Aunque el tema del pepino de mar, no es corresponde a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), es esta dependenciaestán conscientes de la relación estrecha entre la explotación del pepino de mar y la afectación a los manglares en Yucatán.
En su papel del velar las zonas del manglar, la Profepa se ha encontradocon un crecimiento acelerado de las poblaciones que contemplan al pepino de mar como una actividad, lo que produce una demanda de vivienda que en algunas ocasiones obliga a la gente a asentarse enzonas protegidas, explica José Lafontaine Hamui, delegado de la dependencia en Yucatán.
Celestún es un caso particular, señala el funcionario, ya que por estar en los límites del estado y tenerpoblaciones de pepino en sus aguas, ofrece a gente de otros estados la posibilidad de migrar y buscar oportunidades con la pesca de esta especie.
Pero los asentamientos no son la única amenaza, ni la másdirecta.
Los manglares, por su complicado acceso y su lejanía, ofrecen para los pescadores furtivos de pepino de mar, un espacio para procesarlo o “sancocharlo” sin ser descubiertos por la ley. Estaactividad tiene un fuerte impacto que ha sido reportado por la Profepa, que a diario realiza operativos.
“Ahí es donde hacen el ‘sancocho’, es muy fácil saber, cuando llegamos nosotros ahí está la cazuela ytodo”, relata Lafontaine Hamui.
Debido a lo densos que suelen ser los manglares, quienes hacen ahí el sancocho tienen que hacer el espacio necesario para operar, devastando así importantes áreas,lamenta.
El manglar además ofrece al pepinero furtivo, la posibilidad de moverse y mover la mercancía por las aguas de estas áreas.
Aunque el problema es muy acentuado en la zona de Celestún, el...
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