EL PERICO LIGERO

INSTITUTO MIXTO DE EDUCACIÓN FUNDAMENTAL
“IMEF”

NOMBRE: CAMILA MARICELA ESQUIVEL RUANO
CATEDRA: LITERATURA HISPANOAMERICANA
CATEDRATICO: AGUSTO




TRABAJO:
RESUMEN DEL LIBRO DEL LIBRO DEL MUNDO DEL MISTERIO VERDE PRIMERA PARTE






GRADO: 3RO BÁSICO
SECCION: “ÚNICA”
FECHA DE ENTREGA: 28/02/2015


EL PERICO LIGERO
Cuando lish Zenzeyul pronuncio su nombre lo hizo como conreverencia cuál de sus ojos despidieran fulgores de entusiasmo al recordarlo, demis mayores pero su hazaña hablaran música a sus espíritus, en perico ligero, y allá parado en un pequeño borde, allá donde la gran planicie de la sabana petenera se abultaba, en pequeños cerros en las colinas que Guinc, el hombre llamo de mejen chodot. Solo la cabeza de sacol era blanca de un blanco amarillento lo quehacía que su estampe fuera más simpática aun porque desde el cuello para arribas era blanco.
La brisa en el colinaje despeinaba el bajo monte y tamban agitaba los blancos bigotes de saco, la larga y gruesa cola de saco se movió en un sinuoso giro, la colmo y paciencia de saco había llegado al límite, pues su vista incomparable había dicho claramente que aquel punto obscuro, objeto de sus afanes,no se acercarían nunca a la colina donde él se encontraba. Allí en esos machones de selva llamados “suche” tenían su hogar los habitantes de Ru-taca, la sabana.
La gran selva los protegía del sol y Guagual-jab, el aguacero y les brindaba mucha fruta para comer, también la muerte… Por qué ningún hijo del mundo del misterio verde puede distraer5se un solo instante ni olvidar las lecciones sobras deDios instinto; y cuando lo hace Pacán, la muerte, al momento, cobra su tributo.

Todos los animale4s noctámbulos salían a retozar y a sacar en el delicioso montecillo de la sabana, cuando el roció de la noche lo ponían fresco al paladar, bajo la sombra de cien mil estrellas brillantes cuando poco, la luna no está alumbrando con su luz de plata salía queja, el gran venado el que más disgustaba deeste tierno montecillo pues así y allí se alimentaba con el tierno zacatillo, y era el único que podía, correr con sus inconmensurables saltos.

Sacol estaba viendo que un joven Que, había salido a retozar y se encaminaba ya al seguro del sucche entonces descendió de la colina a grades saltos y siguió avanzando, llego con aquella rápida marcha a ponerse adelante del rumbo que traía el cervato,cuidando del aire le diera a Sacol de frente para que su “yo” no llegase a las narices inquietas de su presa, que se acercaba lenta y confiablemente.
Cuatro o cinco pasos dio el joven Quej y y para su desgracia, aun se le antojo dar un mordisco a una de las calabazas verdes del árbol cuando estiro el cuello para alcanzar aquella fruta sacol salto usando su rapidez de Raponcac, el royo y Quej pero ali8nstante se echó a correr enloquecido y con sus terribles dientes el cuello borde Quej y con estos y con sus agarras buscaba con afán la yugular que fue alcanzado precisamente en el borde del sercche.

Entonces, sacol salió de bajo del cuello de su víctima y se puso a debocar tranquilamente ahora bien, el cuerpo de Quej era demasiado grande con demasiada carne aun para el gran apetito de sacolque hacía dos días no había tenido suerte en la cabeza de manera de alcabo de un buen rato el ágil mustélido estaba harto.

Después se hizo un pequeño ovillo al pie de un (alcannte) cuyas hojas en forma de pegadas chinas quedaban muy arriba de su cuerpo y allí dusmio por varias horas, antes de irse tomo otro ligero almuerzo en el cuerpo del joven Quej amaneció devorar, y muy pronto su negra siluetase perdía en el seno del verde zacatal que ya se estaba ennegreciendo con la noche, que se bien sintió sacoil cuando estuvo de nuevo en los parajes donde usualmente vivía donde usualmente deambulaba, bajo la sombra eterna y verde de la selva+, pero sacol no llebaba nada tan hermoso como la selva sin fin, pues el jamás pudo recordar por más que recordaba a través de ella en las cuatro direcciones...