El Pintor De Corazón De Oro

El pintor del corazón de oro
Había una vez un pueblo muy, muy lejano, llamado Roldanillo, en el que vivía un pintor muy especial:
Omar Rayo era el pintor del barrio y aunque tenía su pequeño taller varias calles más abajo, todo el vecindario sabía que podía acudir a él, ya que tenía un corazón de oro y ayudaba a la gente sin pedir nada a cambio, solo una sonrisa de agradecimiento.

Elcuadro quedo perfecto, dijo Omar Rayo mientras comprobaba las el cuadro por última vez. Después recogió su caja de herramientas y se despidió de sus vecinos sin querer cobrarles nada por el asombroso trabajo, ya que él sabía que esa gente era muy pobre.
Ya cuando estaba en la calle se encontró con Vicente Rayo, su padre con el que se paró a charlar animadamente hasta que el reloj de la torrede oro, le indicó que era hora de volver a casa la cual era muy divertida y de muchos colores.
A su regreso al taller de pintura Omar Rayo dejó la caja de herramientas encima de la mesa y se quitó el delantal para colgarlo en la pared, pero en ese momento algo llamó poderosamente su atención: allí, encima de la mesa, justo al lado de la caja de herramientas, había una bonita y relucientemoneda de oro.
¿Quién habrá olvidado aquí esta moneda?, pensó mientras se rascaba la cabeza con la mano derecha. Seguramente la habrá dejado olvidada alguno de mis clientes dijo mientras cerraba la puerta del taller para irse para su casa.
Omar Rayo pasó toda la noche pensando quién podría ser el dueño de aquella moneda y solo se le ocurrió que ya que no podía saber a quién pertenecía, lo mejorsería entregársela a Juana, una señora del barrio, muy pobre y con muchos hijos; de modo que al día siguiente, de camino al taller , entregó la moneda a la mujer que se puso muy contenta.
Ya en el taller sus tareas le mantuvieron ocupado hasta la hora de comer y fue en ese momento, al dejar el martillo encima de la mesa, cuando observó un resplandor dorado similar al del día anterior, solo queen esta ocasión no se trataba de una si no de dos enormes y relucientes monedas de oro.
Omar Rayo abrió unos ojos como platos ya que en esta ocasión no podía tratarse de otro descuido de manera que, aún sorprendido, prefirió guardarse las dos monedas en el bolsillo del pantalón. Aquella tarde recibió la visita de otro vecino. El hombre acudía a pagar al pintor por haberle pintado el retrato desu familia, pero con lágrimas en los ojos le dijo que le era imposible pagar, pues no tenía trabajo ni dinero.
Omar Rayo le escuchó atentamente y le contestó sonriendo: no debes preocuparte; no hace falta que me pagues nada. El hombre agradecido le abrazó y Omar Rayo salió a despedirle hasta la calle de forma que cuando entró de nuevo en el taller encontró otras dos monedas de oro brillandoencima de la mesa. El pintor, se frotó los ojos al descubrir este nuevo tesoro y apresuradamente las recogió y se las guardó en el bolsillo junto a las otras.
Durante toda la noche y el día siguiente el buen pintor estuvo buscando una explicación a lo sucedido y llegó a una conclusión: cada vez que ayudaba a alguien, recibía una recompensa en forma de monedas de oro.
Para tratar de comprobar suteoría recogió la caja de herramientas y acudió a la casa de un vecino al que tenía que pintarle una ventana. Una vez en su casa le pinto el marco de la ventana y no solo no le cobró sino que además le pinto las puertas.
Después de recibir el agradecimiento del buen hombre, Omar Rayo corrió hacia su taller apresuradamente, abrió la puerta y....¡¡efectivamente!! Encima de la mesa aparecíancuatro grandes y relucientes monedas de puro oro.
Omar Rayo cerró la puerta tras de sí y la atrancó con un cerrojo; recogió las monedas y las guardó juntó con las demás. Así fueron pasando los días y Omar Rayo fue amasando una fortuna, aunque también y sin darse cuenta, su deseo también iba en aumento.
Hasta que un buen día el pintor entregó una limosna a un ciego a la puerta de la iglesia y...