EL PRINCIPE Y EL MENDIGO
Tom Carty era un niño muy humilde pero honrado. Ayudaba a sus padres trabajando en mil oficios, en el centro de Londres. Tenía apenas 14 años y nunca había conocido juguetespara alegrar sus días. El príncipe de Gales, Eduardo Tudor – hijo del rey Enrique VIII y el heredero de la corona de Inglaterra, tenía la misma edad y no era más feliz que Tom; pese a estar rodeadode los juguetes más caros del mundo.
Una tarde, en su caminar cotidiano. Tom llego hasta las rejas del castillo. Admiraba sus interiores y a la guardia real que, como los soldaditos de plomo, realizabasu desfile vespertino. De pronto un escolta lo trato groseramente: “¡Vete de aquí, truhan, que estás dando mal aspecto!”. Tom bajo la cabeza y ya se iba, cuando una voz lo detuvo: “¡No, niño no tevayas, te invito a pasar a mi castillo!”. El escolta lo miro furioso, pero trato de obedecer al príncipe de Gales. Jugaron toda la tarde; pero cuando oscureció, Tom le dijo que debía marcharse. Elpríncipe entristeció. Veía tan feliz a su amigo; pese a su pobreza, que no dudo en decirle que lo envidiaba. De pronto, el rostro de Eduardo se ilumino: “¡Cambiemos de personalidad por unos días, somos tanparecidos que nadie lo notara!, ¿Qué dices?
A Tom le apareció un absurdo, pero le atrajo la travesura. Cambiaron de ropaje y el príncipe salió del castillo en medio de la noche. Fueron días felices.Tom devoraba toda su comida, alegrándose mucho el rey, acostumbrado a ver “a su hijo” flaco, desganado y casi siempre enfermizo. Leía mucho, llegando a dar consejos de guerra a su padre, con resultadosvictoriosos. Eduardo, por su parte, aprendió a trabajar y valorar el esfuerzo de la gente. Pero una tarde descubrieron a Tom; el rey enfermo gravemente y sus enemigos decidieron tomar el poder si elverdadero príncipe no aparecía hasta determinada hora. El escota tomo prisionero a Tom, amenazando con matarlo sino aparecía el príncipe, pero no le creyeron. Tom pudo liberarse de sus cadenas,...
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