El principio narciso

LA EDUCACIÓN Y LOS NARCISOS

Una de los beneficios de tener acceso a la Internet es la cantidad de material inspirador que nos llega a diario. Para los coleccionistas como yo, es un deleite eltener en nuestras manos tantos relatos, poesías y pensamientos que, proviniendo muchas veces de fuentes desconocidas, nos llevan a reflexionar sobre nuestro paso por la vida.
Una historia de las querecibí, ha hecho un gran impacto en mi vida. Se titula “El Principio Narciso” (The Daffodil Principle) y cuenta de una dama que, en contra de su voluntad, fue llevada por su hija a observar unjardín sembrado de narcisos, cuya magnificencia era el atractivo especial de toda la comarca. En respuesta anticipada a todas las preguntas que se le habían hecho, la señora que había plantado el jardínescribió en un gran cartel: “Respuestas a las preguntas que Yo sé que Usted está haciendo.” “50,000 bulbos”. “Uno a la vez.” “Plantados por una mujer.” “Dos manos, dos pies, y un cerebro.”“Comenzó en 1958.” ¡Tremenda lección! Por más de 40 años, esta señora estuvo plantando narcisos, uno a la vez, sin pensar en cuánto tiempo le llevaría la tarea de crear el jardín más precioso e inspiradorque ojos hubieran visto.
En mi tarea como maestra me encuentro con muchos estudiantes, ya adultos, que llegan con el interés de alcanzar una meta que había sido pospuesta, por alguna razón. Sondignos de alabanza. Es cierto que a veces tienen que ir un poco más lento que los demás, pero al fin llegan. Por otro lado, están los que se ahogan ante la inmensidad de la demanda del trabajo académico,y se dan por vencidos antes de tiempo. Son los desertores escolares.
¡Cuántas veces nos impedimos a nosotros mismos la satisfacción de obtener algún logro, de alcanzar alguna meta, simplementeporque la vemos distante, imposible de lograr! En muchos casos podría ser el terminar la escuela, o hacer los ejercicios físicos que nos indicó el médico, o terminar el proyecto del jardín. En...