El sacramento del bautismo
Presentado por: Susanna Féliz / Santo Domingo, República Dominicana
El Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por él, somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. (CIC, 1213) Según el apóstol San Pablo, por el Bautismo el creyente participa en la muerte de Cristo; es sepultado y resucita con él. (CIC, 1227) Es un nacimiento a la vida sobrenatural.
Bíblicamente, tenemos las siguientes referencias alusivas al sacramento del Bautismo (CIC, 1257): «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios».. Juan 3,5. Es decir, el Señor mismo afirma que el Bautismo es necesario para la salvación. «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.». Mt 28, 1920. O sea, Jesús mandó a sus discípulos a anunciar el Evangelio y bautizar a todas las naciones. «El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. ». Mc 19, 19.
Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono. En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la ...
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