el sonido del atomo al romperse

El sonido del átomo al romperse
Chernobil de Óscar Santos
Edgar Alberto García

Nuestro salvajismo se distingue del de los siglos anteriores en que matamos casi exclusivamente para probar alguna teoría de la historia. La idea es que debemos ser despiadados por el bien de la felicidad futura.Charles Simic

Es imposible permanecer tranquilo ante las imágenes de lo que se considera una de las catástrofes más destructivas en la historia de la humanidad. A 26 años de la tragedia de Chernobil, la exposición de materiales radioactivos aún hace estragos principalmente en la salud de quienes se vieron afectados directa o indirectamente por la radiación.
Pero Chernobilsolamente es una de las muchas calamidades que se han cometido con el afán de domar los bríos de la naturaleza invisible. Expertos en materia nuclear sentencian que los efectos de todas las hecatombes nucleares ocurridas en el planeta se prolongarán por muchos miles de años, y el número de víctimas es imposible de calcular.
En el vigésimo aniversario de aquel desastre, la reportera Antoniettede Jong y el fotógrafo Robert Knoth, realizaron el reportaje fotográfico Nuclear Nightmares1 que fuera publicado bajo el auspicio de Greenpeace Internacional y la Unicef Holanda como informe y testimonio dramático del cambio radical de vida que sufrieron las personas afectadas por la energía atómica, no solamente en esa región ucraniana, sino en varias localidades de Rusia, Bielorrusia yKazajistán. Además de ese fotoreportaje, existe un ensayo fotográfico anterior de Paul Fusco, Chernobyl Legacy2, que abunda sobre el tema y es un importante testimonio sobre las consecuencias de la manipulación del átomo y una evidencia de primera mano dentro del debate antinuclear.
Sobre estas bases, el poeta Óscar Santos construye una obra muy peculiar dentro de su trabajo poético, un poemario quetranscurre dentro de los terrenos más íntimos hacia lo más global. Alejado de todo artificio, los poemas encuentran sus palabras en la simplicidad y perfeccionismo de quien trabaja la miniatura, y nos remiten a lo primigenio en poesía, el diálogo. Cito a Hans-Georg Gadamer: “De ese modo, poema y diálogo se sitúan, uno frente a otro, como posiciones extremas. El poema adquiere existencia como‘literatura’, el diálogo vive del favor del instante. Pero en ambos se consuma el mismo fenómeno: La producción de sentido…”.3
No es gratuito que titule “Chernobil” a su poemario, como una palabra que ha abandonado su significado y referencia, para dar pie a la metáfora que alude a la contradicción de la humanidad contra sí misma en aras de la prosperidad. Pero más que acudir a las decadentes fuentes de lalucha social y el entendimiento de las masas, recurre a la visión de su estar en el mundo, del conocimiento y la tecnología para dialogar de sus propias inquietudes con la figura del terror encarnado: las voluntades sin freno que dominan un sistema deshumanizante.

Nuestro genio ha logrado encerrar entre estas barras de carbón los misterios del cosmos y nos toca develarlos. Dentro de unosinstantes sabremos en dónde están las huellas de Dios. O sabremos si sólo hay lugar para los más tristes demonios.4

Esta es una parte del comienzo del poemario que nos invita a situarnos en el instante del error humano, pero al mismo tiempo en la incontenible fuerza que está por desatar las pesadillas apocalípticas más temibles. El desastre de Chernobil, bajo el contexto sociohistórico, se convierteen el ejemplo más claro del futuro de la humanidad, y el accidente de Fukushima su implacable confirmación. Y aunque de ahí parte el poemario, las visiones de Óscar Santos recorren buena parte de la fallida historia de la radiación como ejemplo de la eterna batalla entre el bien y el mal: Curie y Becquerel son secuestrados por Stalin y Truman. Esto como andamiaje histórico, pero el poeta lo...