El teatro y el cine argentino en el centenario

EL TEATRO Y EL CINE ARGENTINO EN EL CENTENARIO

INTRODUCCIÓN

El presente informe está dirigido a la Cátedra de Teoría y Práctica de la Lengua I. Tiene como objetivo describir el desarrollo de la cultura durante el primer centenario de la Revolución de Mayo de la República Argentina, desde la perspectiva del teatro y el cine, para de esta manera poder comparar con estos aspectosculturales en la actualidad, durante el Bicentenario. Se analizará cada uno de los puntos mencionados en particular evaluando los sucesos más destacados de cada uno de ellos.

TEATRO

Hacia los fines del siglo XIX y principios del siglo XX, los desarrollos culturales del país se fueron dando lentamente. Era el auge del realismo: un intento de representar la realidad lo más apegado y fielmenteposible, con descripciones objetivas de personajes y situaciones, sin la subjetividad de autores, sin someterlos a la influencia del entorno. Se buscaba sólo atenerse rigurosamente a lo verificable y observable, en una sociedad que perdía el sentimiento utópico de realizarse, como nueva que era, en un progreso sin límites para tomar conciencia de su imperfecta realidad. Este movimiento plasmó elarte argentino en todos sus ámbitos, uno de los cuales, naturalmente, fue el teatro.

El teatro provocó un gran entusiasmo entre todos los argentinos, especialmente quienes tenían más posibilidad de concurrir a él, los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. No obstante, los comienzos del teatro en el país, hacia el año 1870, fueron muy pobres. Los pocos escenarios porteños estabanocupados, esporádicamente, por compañías extranjeras, y lo estarían por mucho tiempo. Esto se debe al tipo de público con el que contaba la Capital: había más población extranjera que nacional hacia esta época, de una gran diversidad de nacionalidades, casi todas provenientes de países europeos. Este público inmigrante era inmensamente heterogéneo, y por lo tanto, muy difícil de satisfacer en sutotalidad. Demandaba imágenes que pudieran provocarle un sentimiento de identificación con sus lenguas, sus costumbres. El resultado de la mezcla hace casi imposible poder unir todos los conceptos requeridos en uno para ser llevado a escena. Además, el sentimiento de patriotismo argentino estaba muy arraigado entre los pocos originarios del territorio. No obstante, el analfabetismo estaba disminuyendorápidamente y la gran recepción de la oralidad era una oportunidad para ingresar en esa sociedad cosmopolita y colaborar con la integración social que podía darse, sobre todo, en los barrios periféricos donde también se representaban diversas obras. Era el clima perfecto para el ingreso del realismo, que se impone inmediatamente en el teatro argentino.

Los intelectuales argentinos nopermanecieron impávidos ante las influencias de la literatura dramática del “Viejo Mundo” y crearon obras teatrales que intentaban reflejar vivencias locales. Sin embargo, son obligados a recurrir a intérpretes extranjeros, sobre todo españoles. Martín Coronado estrenaba en 1871 La rosa blanca, con una compañía española. Lo mismo ocurre con las primeras obras de David Peña, Héctor Quesada, NicolásGranada, Nemesio Trejo, Ezequiel Soria. Esto continuaría así hasta que se produjera el gran salto para la representación dramática en el país: la llegada a Buenos Aires de la familia Podestá. Entretanto, son las compañías extranjeras las que dan a Buenos Aires su sustancia teatral, en especial las francesas, españolas e italianas que daban así a conocer no sólo a autores de sus respectivos idiomas sinotambién traducciones de dramaturgos de otros países; el progreso del país que se estaba gestando atrae a figuras ilustres europeas para que participen de estas representaciones. Cabe destacar los casos del español José Valero que actuó en el antiguo Colón así como en el Teatro Nacional, el francés André Antoine, aplaudido como director y actor en el Teatro Odeón y la actriz italiana Eleonora...