El tiempo libre
es un tiempo para vivir, para crecer, para aprender, para descansar y recuperar fuerzas; en definitiva, un tiempo que debe enriquecera la persona. Las posibilidades que se abren ante nuestros hijos, ya sean niñas o se encuentren en la adolescencia, se multiplican durante los fines desemana: practicar deportes, adquirir nuevas aficiones o dedicar mas tiempo a las cosas que más le gustaban, leer... Y, sobre todo, estar en familia yorganizar planes todos juntos.
El tiempo libre de nuestros hijos (como el nuestro) ha de cumplir una triple misión ha de ser un tiempo de descanso, diversión ydesarrollo. Y sino, estaremos perdiendo el tiempo en vez de aprovecharlo. Al hablar de "tiempo libre" nos referimos, sobre todo al tiempo disponible, altiempo no ocupado por las actividades escolares ni asignado a otras obligaciones. Durante el curso, el tiempo disponible no es muy amplio aunque, resulta muyfácil perderlo a pesar de ser tan poco.
Sin embargo, el que queda durante los fines de semana, y las vacaciones exige una atención particular por partede la familia y del colegio. Hay que evitar el peligro de que se destruya en poco tiempo lo que se ha venido construyendo con mucho esfuerzo durante lasemana: hábitos de trabajo, de esfuerzo intelectual y progreso en valores. Es preciso que este tiempo disponible se dedique a realizar esa multitud deactividades enriquecedoras al alcance de la mano de cualquiera.
Saber aprovechar el tiempo libre es algo con lo que nuestros hijos no nacen: lo aprenden
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