Energia renovable

El progreso tecnológico así como el incremento de la demografía a escala planetaria están haciendo que el consumo de energía eléctrica se haya disparado en los últimos cincuenta años. La fuerzay dinamismo de los llamados países emergentes están obligando a reevaluar los métodos clásicos de obtención de energía eléctrica así como a buscar formas alternativas para satisfacer todasnuestras necesidades sin poner en compromiso el futuro de las generaciones futuras ni de nuestro planeta. Si el consumo energético sigue al ritmo actual, dentro de poco serían necesarios tresplanetas como la Tierra para satisfacer las necesidades energéticas de los seres humanos.

La obtención de la energía conlleva riesgos medioambientales que no se pueden pasar por alto; así, lacombustión del carbón o la industria petroquímica influyen negativamente en el ecosistema, sin dejar de lado los riesgos incurridos por la energía nuclear que si bien es mucho más limpia que lasenergías combustibles, como el carbono y el petróleo, sus residuos son altamente contaminantes y perjudiciales.

Para paliar esta situación, surgieron hace ya años energías denominadas limpiastras una larga toma de conciencia ecologista; pero no por ser limpias son respetuosas con el medioambiente. La energía solar no produce en sí contaminación y es benéfica para el conjunto de lasociedad; basta con adaptar y acomodar paneles en nuestra vivienda para disponer de agua caliente o calefacción durante el invierno. No obstante, el espacio así como la contaminación visual estánahí. Lo mismo ocurre con la contaminación acústica de los molinos eólicos.
Los problemas de la energía y del consumo inteligente del agua están, por ejemplo, muy asociados, y soluciones como lasplantas desalinizadoras de Almería, que demandan una ingente cantidad de energía eléctrica, no pueden sino acuciar el problema de las soluciones que podríamos considerar ecológicamente viables.