Ensalada Cesar

ENSALADA CESAR

Se despertó con el recuerdo claro de haberse quedado dormido dentro de la lechuga de la cena. Cosa no muy extraña, pues había cenado la noche anterior, una exquisita ensalada César, de la que se había comido una gigan­tesca ración, así que ese recuerdo se le antojó no tan caprichoso y pensó en las extrañas maneras que tiene el cerebro de burlarse de nosotros, haciéndonosdudar. Sin embargo le parecía sobrema­ne­ra extraño eso de quedarse dormido dentro de la lechuga de la ensalada. Pensó en una especie de inversión justificada, pues no deja­ba de tener su lógica el que él, que tan aficionado era a comer gran­des cantidades de lechuga en ensalada, estuviese ahora inmerso lite­ralmente, dentro de una de ellas. Era inclusive un tanto gracioso el hecho. Se preguntó,como al azar, de qué manera preferiría la lechuga comérselo, pues se le antojó que eso era lo que él haría, comerse la lechuga y pensó que la lechuga debía pensar como él, comerse cuanto material comestible cayera en sus manos. Se rió de lo absurdo de considerarse material comestible, no sin sentir una cierta angustia inconsciente y comenzó a pensar seriamente en averiguar donde se había dormi­do.Tenía el brazo sobre el rostro, tapando sus ojos, de manera que la luz apenas se insinuaba por entre sus párpados así que se dedicó a usar sus otros sentidos para tratar de resolver el problema, a saber, donde era que se había quedado dormido. Sabía que en su casa no era, pues lo rodeaba un silencio que, a ratos se le antojaba sagrado y en ocasiones sepulcral, no sabía por qué, lo quecontrastaba violentamente con el bullicioso ambiente que imperaba en su apartamento, motivado por la presencia de sus hijos, los sobrinos de su esposa, que invaria­blemente se agarraban de las greñas con sus hijos y su suegra que, paradójica­mente, no peleaba con él sino con su propia hija, algo asi como veinticinco horas diarias. Lo cierto es que no sabía donde estaba y ese re-cuerdo absurdo de quese había dormido dentro de una lechuga, se mantenía a pesar de todo.

Con la mano del brazo que no tenía sobre su cara, se dedicó a palpar la superficie sobre la que se encontraba. Extrañado, se dio cuenta de que no le era posible decir con precisión que demonios era. Podía ser cuero muy liso, un cierto tipo de plástico o, incluso, po­dría ser un tipo especial de tela muy lisa, flexiblepero gruesa que tenía un olor particular que le resultaba familiar pero que no podía identificar por el momento.

Se decidió a abrir los ojos, solo para ver su brazo y se echó a reír pensando que hubiera debido primero, quitarlo del medio. Lo hizo y se sumergió en el desconcierto al ver que se encontraba en un espacio casi totalmente verde. De un tono muy pálido y salpicada aquí y allá poralgunos man­chones blancos, dispuestos con un cierto orden familiar que sin embargo, no fue capaz de reconocer pero que asoció inmediata­mente con lechugas. Comenzó entonces a creer que su recuerdo no era tan capricho­so, al menos existía un ambien­te un tanto lechu­guil, en el sitio en donde se encontraba. Sin embargo, se negaba a creer, sin embargo, que estu­viera metido dentro de una lechuga.Para ello habría sido necesario que ocurrieran una serie de cosas absurdas e imposibles que, él sabía, no se podían haber producido. Como por ejem­plo, el que se hubiera convertido en babosa durante la noche, como le pasó a Gregorio Selzer en la Metamorfosis de Kafka, solo que éste habíase convertido en cuca­racha, que, siendo tan repugnante, es mas difícil de matar, llegado el caso, pues a unababosa basta con echarle un poco de sal y a una cucaracha había que perseguirla por la mitad de la casa para poder tener la oportunidad de pisarla. Sin embargo la situación no dejaba de ser bien absurda y decidió que, fuera o no una lechuga, estaba metido dentro de algo que a todas luces era un vegetal y quería salir de allí, después de todo, no era ni gorgojo no babosa para andar por ahí comiéndose...