Ensayo "Los Perros"

Los Perros: Mi nueva amistad con Úrsula

Paradigmas de las artes: FAR0362-2

La obra “Los Perros”, escrita por Elena Garro y dirigida por Rodrigo Pérez, ha recibido muy buenas críticas y muchos elogios por parte de sus espectadores. Cargada de emocionalidad y brutalidad, la obra semantiene en un cuadro sumamente hermoso y poético. Hay una paradoja entre esta poetizada puesta en escena y la hostilidad del contenido argumentativo la obra. En palabras del mismo director, “plantea teóricamente una violencia ejercida contra el más débil, el más frágil, en ese sentido es contra lo marginal”, lo que se complementa a lo dicho por la actriz Catalina Saavedra, quien interpreta aManuela: “Esta es una violencia hermosa, es terrible pero tiene una poética muy particular.” Efectivamente, la historia de esta familia, compuesta por una madre y una hija cuyas vidas se unen por un destino fatal, es casi terrorífica. Pero tras ver la obra, sentada entre el público, sumergida en la atmósfera de las brillantes actuaciones, caí en la cuenta de que acababa de presenciar una desgarradorahistoria que no me hizo sentir pena, sino una cómoda sensación al abandonar el teatro. Casi una liviandad, un relajo. “Los Perros” me pudo haber llegado de una manera particular por muchos factores: por haber visto alguna vez una tragedia similar, por haber conocido lugares parecidos a aquel en que la obra se ambienta, o incluso –simplemente- por el sólo hecho ser mujer. Sin embargo, dudo que esteefecto de emociones cambiadas tenga algo que ver conmigo. Fue trabajo exclusivamente de ellos, el trabajo que ejercieron con nosotros, el público. Y si me atrevo a calar una poco más hondo en esta teoría, diría que la fuente de este trabajo y de esta conexión es el personaje de Úrsula. Es ella quien, a punta de bromas y juegos (y muchas veces en busca de consuelo), interpela al público, loinvolucra en su mala suerte y lo hace cómplice de su vida. Si la cuarta pared no siempre pareciera estar construida firmemente en la obra, es porque sin duda Úrsula la derribó.
Para llegar a esta afirmación, es mejor ir parte por parte, empezando por la puesta en escena: una de las características de la puesta en escena es la simpleza. O quizá, en lugar de simpleza, el término correcto sea, más bien,practicidad. La puesta en escena es sumamente práctica. Aunque aún un poco alejada del ideal de Teatro Pobre de Jerzy Grotowski, el énfasis se pone precisamente donde tiene que ir: la relación actor-espectador. A esto se le suma que la personificación de los actores no va mucho más allá de sus propias capacidades actorales. Úrsula no vestía de una manera que evidenciara sus doce años. Tampoco habíaun maquillaje que aludiera a la edad que el personaje estaba supuesto a tener. Ni siquiera el tono de voz entraba en un prototipo de voz infantil necesariamente. Existía aquí un compromiso actoral, un nivel de actuación que transcendía a la caracterización “artificial” (sin intención de catalogar aquello como algo negativo), conjugado en algo relacionable con “El Método” de Stanislavski.Independiente de esto y volviendo a la puesta en escena propiamente tal, las herramientas sobre el escenario no están colocadas como mera ambientación. Todos los elementos de la escenografía son utilizados directamente por los actores. Esto resultó coincidente con las condiciones en que se desarrollaban los personajes: la pobreza, el desasosiego, la soledad de un pueblo recóndito. Y ahí, el primer elementoque salta a la luz: el vestido. Un vestido pomposo, casi burlón en medio de la simpleza. Y por supuesto, la indumentaria necesaria para plancharlo. El vestido que Úrsula, la hija de Manuela, no se quiere poner. La semiótica en torno a esto puede llegar a profundidades muy difíciles de explorar. He maniobrado en mi cabeza algunas interpretaciones burdas, siendo una de las más aceptables (y que...