Ensayo sobre ayayema de maría asunción requena

Ayayema, del mito a la realidad

Por Patsy Vallejos

Pensar en Ayayema, es trasladarse al mundo de lo mítico, imaginándonos figuras sin forma, aromas no reconocibles, luces y sombras que sólo atacan nuestro inconsciente y, por tanto, habitan en un mundo paralelo donde las fuerzas naturales son plausibles y trastocan, sin permiso ni pudor, nuestros más íntimos pensamientos controlando, através del miedo, la vida de todo el pueblo canoero Kawesqar.

La obra teatral de la escritora y dramaturga María Asunción Requena, Ayayema, nos muestra la lucha de los colonos por obtener y sentar sus bases en apartadas tierras, junto con poner a la vista de todos, la miserable situación en que viven los indios alacalufes y su insistente pugna por preservar su cultura en condiciones tan adversas;con ello, la dramaturga logra crear un espacio de recate y valoración del pasado histórico, los mitos y leyendas propios de la tradición chilena, otorgándole una nueva mirada, un enfoque distinto, con una re- lectura más reflexiva de la historia.

María Asunción Requena pertenece a la Generación del 50`; es considerada una de las exponentes más significativas de la corriente temática ligada ala recuperación y valoración histórica. De acuerdo a la clasificación planteada por Lagmanovich, en su artículo Hacia una Teoría del Ensayo Hispanoamericano, Requena –y particularmente su obra Aayayema- formaría parte del período trigeneracional “vanguardista – existencialista”; categorización que, en lo posterior, tomaremos como punto de partida para el análisis de la obra en cuestión.

Enprimer lugar, Lagmanovich nos propone fijar nuestra mirada en las características de la actitud testimonial, o sea el “vivo interactuar de un hombre con los grandes problemas de su tiempo”[1]. En Ayayema estamos frente a una actitud testimonial centrada en una relación del “yo - tú”, con un equilibrio – de acuerdo a lo postulado por el autor - muchas veces perfecto entre ambos términos de la relacióny, lo más importante, con una nueva valoración del otro; tal reconocimiento del otro, tal cual lo expone Lautaro a Gonzalito, en la parte primera de la obra, respecto de su decisión de quedarse y sus propósitos:

“Lo que quiero…, lo que quiero usted lo sabe muy bien. Me quedaré aquí hasta que todos aprendan a respetar a los indios, a no reírse de ellos.Hasta que los traten de igual a igual. Hasta que no los engañe nadie. Ni usted, ni yo, ni esos malditos loberos.”

En la cita anterior, podemos apreciar como Lautaro, indio que ha logrado un estatus de vida y educación más alto que el resto de sus hermanos indios, defiende desde el “reconocimiento del otro” – que en este caso, vendría a ser también él mismo- su cultura, sus ideas, siempresobre la base de la tolerancia y el respeto, Así mismo, es posible apreciar la manera en que el propio indio común busca tal reconocimiento:

“KHETOYO: Yo cazar, y capetén crestiano no venir aquí. Yo ir a buscar capetén.
LAUTARO: ¿Para qué? No las necesitas. Guarda tus pieles. No las necesitas.KHETOYO: Yo, cazar mi comida…,no queriendo tuyo. Yo quieto aquí…Yo no querer quieto aquí.
LAUTARO: Te entiendo, Khetoyo, te entiendo. Más allá…, siempre más allá… De isla en isla, cazando, viviendo, pero también muriendo. Y yo no quiero que mueras, no quiero que nadie más se muera.”

Tal como podemos apreciar en la cita, Khetoyo intenta explicar que para élno existen peligros, porque su concepto de peligro es distinto al del español, en este caso, diferente al de un indio españolizado (o educado al menos a aquella usanza); el indio no ve tales miedos, forma parte de su naturaleza enfrentarlos, reconocerlos, así como también aceptarlos cuando estos llegan. Sin embargo, tal reconocimiento se hace complejo por las distintas perspectivas de ideas,...