Ensayo

428 Tratado de Ia argumentación

Sin que se pretenda la primacía de une de elles. Se argumentara, como indica Quintiliano:
[...] invocarido cualquier ventaja para el Estado, para muches hom-bres, irrcluso para nuestro adversario y a veces para nesotros [...], Otro medio de defensa que entra dentro de la cuestion de utilidadcerisiste en sostener que el acto en cuestiéu ha evitade etro peer51.
Tode lo que acabamos de explicar sobre la valoraciori del me—die, graeias al fin, puede repetirse, cen cambie de signo, a proposi-to de l0 que se considera url obstaeule para la realizacion de este fin.Para que el fin valore uri medic, es precise evidentemente quesea eficaz, I0 cual 110 quiere decir, sin embargo, que sea el mejor.La determiriacion del medie mejor es uri problema téenico, queexi-ge la aplicacion de dates diversos y el recurrir a argumentaciorlesde toda iudole. El medie que prevalece —que requiere menes sacri-ficio para el fin previst0— geza de un valor inherente, esta vez,a esta superieridad.
El peligro que puede haber eu tratar algo como medie, se en-cuentra asl aumentade por el heeho de que siempre se puede hallaruri medio mas efieaz para un objetivo dado.
Ladeterminacién del medio mejor depende naturalmente de ladefiriicién precisa del objetivo perseguido. Por otra parte, quienargumente con arreglo al medio mejer, estara tentado a dividir losproblemas, de mode que elimine todas las consideraciones de losvaleres que no sean relativas al fin en cuestiori. Haeia este camino,se orieritaran algumas disciplirras técnicas. E11 cambio, el razona-miente diario raravez puede prevalerse de semejante esquematismo.Como la diseusion téeniea respeeto al medio mejor deperide deuri aeuerdo sobre el ebjetive, era se pedira al interlocuter uri acuer—do precise relative a este, ora se atribuiré al irrterlocuter uri 0bjeti—vo que no osaria desaprobar y con arregle al cual se diseutiran
S' Quintiliano, lib. VII, cap. IV, §§ 9, l2. `

" § 64. El fn y lcs medics 429lcs medics. Por ctra parte, si se reccncce que un medic es ineficaz para un cbjetivc proclamadc, quien se interese por este medic, quienlc utilice, siempre pcdré ser scspechcsc y acusadc de buscar unobjetivc nc ccnfesadc. Con frecuencia, pues, la afirmacicn de laineficacia de un medic tiene mucha mas impcrtancia para la discu-sicn sobre lcs fines que para el problerna técnicc del medic mejcr.
`Un casc eminente del prcblema técnicc del medic mejcr es el» de lcs argumentcs, ccnsideradcs un medic de persuasicn. Nada per-mite afirmar que existe un argumentc que sea el mejcr para tcdcs, como manifiesta Santa Teresa:
Algunas personas aprcvechan ccnsideréndcse en el infierno, y otras en el eielo, y se afligen en pensar en el infierno; ctras en lamuerte 52. ’
De ahi la estrecha relacicn entreel problema técnicc de la argumen-tacién eficaz y el de lcs auditorics.
El discursc mismc puede ccnvertirse —lc sabemos~ en cbjetode reflexicn. Se lc puede Lratar ccmo hechc que engendra conse-cuencias, ccmc consecuencia, como medic, ccmc fin. Las reilexic-nes del cyente a este respectc mcdificaran a veces fuertemente elefectc que produce el discursc. Y, de manera mas preeisa, la hipc-tesis deque cualquier actc intencicnal debe tener una razcn de ser,de que ccnstituye un medic con vistas a ciertc fin, justificara elrechazc de tcda iinterpretacion del discursc que lc hiciera ridicule0 inutil. La ccncepcicn es lc que sirve de fundamemc a lcs argu-mentcs ab absurdc y ab inutili sensu, utilizadcs en la tecria de la interpretacicn 53.
52 Santa Teresa de Jesus, Wda, pag. ll_5.
$3 BerrialSaint-Prix, Manuel de Icgique juridique, pégs. 47-48.

430 Trazado de la argumentacidn

§ 65. EL Axoumemo DEL DEs1>rLFA1uz0
Los argumentos siguieiites se refieren a la sucesiori de los acou- tecimientos, de las situaciones, de modo que, sin excluir necesaria—mente Ia idea de causalidad, no Ia ponen en primer piano.E1 argumemo del despilfarro consiste en decir que, puesto queya se ha...