Ensayo

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Thller de ensayo

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y producción

d¿ textos

¿A dóndevan a parar los valores? férome Bindé y Jean-fotePh Goux .. * editaronsobreelfuturo de los valores.Estasson ffirz del algunas pistasque los autoresdel textoy organizadores planteanpara descifrar el mañana. encuentro ,
En el Sigto de las Luces,Wltaire se atrevía a afirmar todavía, sinel me.norasorno de duda:W . La denuncia del humano de la moral ha hecho que esta origen absolutamente certidumbre univer¿alista se haya disgregado desde hace
vq mucho fiemDo.

sólo se ha cuarteado con la sospecha de la relatividad histórica y cultural de los valores, sino que también se ha tambaleado ante las acometidas de quienes tratan de deimítirtcarlos, reduciéndolos a un mero atuendoideológico destinado a'ocultar los mecanismos de poder' La gran crísis de los valores que ha conmocionado honda' menfe los dos siglos pasados desemboca ahora en múltiples incertidumbres. Cabe preguntarse si la ausencía de unfunda' mento trascendente que permita anclar valores eternos en un cielo inmutable, o recibit"los para síempre de una revelación indudable, significa un ocaso de los valores ensí'También podemos preguntarnos st en ttn mundo caracterizado por el encuentro planetario de las culturas esprevisible que vayan a producirse antagonísmos exacerbados, o incluso choques violentos entre valores de signo opuesto, o si por el contrario vames a presenciar híbridaciones inesperadas e innovado' ras entre sistemasde valores con raíces y orientaciones que todavía lrcy se ignoran rnutL.amente.H¿ctor Pérez Grajales

Comprensión

y prodltcc¡óa de textos

de ,A.cabamos dejar un siglo de doloroso cuestionamiento de todas nuestras certidumbres sobre la sociedad, la historia y el ser humano" La crisis contemporánea de los valores no afecta sólo a las grandes estructuras morales de índole tra' dicional vinculadas a las confesiones religiosas heredctdas, sino a los valares laicosposteriores (la ciencia, ql progreso, la emancipación de los pueblos,los ideales de solidaridady humanismo). La rhonstruosidad que dejó impresa sa h'uella en eI siglo W parece que pone en peligro otrt vez nuestro fururo. Hay que preguniarse si el d,esarrollo de las técnicas, qúe representa un factor de evolución tan tlecisivo camo imprevisible e incontrolable, no va a cbnducirnos a una humanidadirreconocible que algunos ya hqn designado con el inquietante vocablo de poshumanídad. Asimismo, pademos p lantearnos lossi Suientesinterro Santes: ¿Traerón consigo una especie de autodomesticacíón de la especie humana los progresos de la revolución genéüca? En un universo de ínnovaciones y rupturas radicales que plte' den afectar rápidamente al conjunto de la especie humana y tuadiftcar losequilibríos geopólíticos- ¿Cómo pensar la continuidad de la historia y mantener la deseable utopía de lograr una vida mejor para la inmensa mcDtoría de los habitantes del planeta? ¿Es posible ntantener eI intento de an proyecto unive.rsal que sea compatible con los múltiple's legados culturales y se enriquezca con el entrelazamiento de sus respectivas historias? PaulValéry se percató ya de que nuestraconcepción de los valores morales o estéticos tendía a acercarse al modelo del valor burs:átil, en un mundo dominado por la especulación. Decía bromeando que eI valor espíritu, símilar a los valores trigo o carbón, estaba en baja permanente...Actwalmenteno hay un patrónfijo de los valores, sino que todos ellos fllgiúan en un vasto mercado donde sus cotizaciones subeny bajan al ritmo de los caprichos,pánicos y envites rnás subjetivos. Por"ejemplo, elfenómeno de la moda que hasta ahora sólo se daba en ámbitos como el de la indumentaria, en los que

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el convencionalismo arbitrario es de rigor'estó invadiendo toda nuestra concepción de los valores. Vivimos en medio de lafugacidad, la-sbspkaeia aceleiada y la veleidad subjetiva, como si los valores más sagrados hubieran perdido...