Ensayos
– Algunas de ellas repetían sin cesar algún nombre, otras prometían venganzas terribles y la mayoría simplemente lanzaban alaridos de dolor infinito y desorientación. Todasestaban cada vez más dentro de mí, como si se fusionaran con mi alma.
Ya casi no sabía hacia donde me dirigía, y cuando volví a ser consciente de todo estaba en medio de una procesión interminable. Lasluces no provenían de ningún sitio. Las luces… provenían de la muerte, del más allá… ¡Dios mío! – entonces David volvió a pegarse a mí desesperado, tanto que me hacía daño con sus manos.
Me di…. medi cuenta… entonces de que todos me miraban con sus caras muertas. Empecé a sentir frío… demasiado frío y supe que me odiaban. Querían lo corpóreo que yo tenía, no me lo dijeron pero yo… ¡lo sabía!Algunos se acercaron tanto a mí que pude sentir lo helado de sus espíritus y cómo intentaban como… aspirarme y entrar en mí. – de nuevo David se quedó callado con los ojos muy abiertos y pensé de nuevoque estaba en shock. A los minutos volvió del lugar donde estuviera y siguió con la historia que me tenía petrificado.
En un momento estuve seguro de que era mi final… se iban a hacer con micuerpo, oía como algunos de reían con sus voces sin glotis y me miraban con las cuencas oscuras, pero no podía moverme. Entonces… llegó alguien… era como ellos pero llevaba una cruz y… yo sabía que erabueno. Los demás se apartaron ante su presencia y él se inclinó sobre mí y de alguna manera me comunicó que debía correr, si no lo hacía los espíritus errantes de La Santa Compaña se harían con mi...
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