entrevista a lipoveski

Entrevista a Gilles Lipovetsky.
“Necesitamos un individuo responsable”.

La prensa internacional lo ha catalogado como uno de los grandes pensadores europeos contemporáneos. Nació en París en 1944, estudió filosofía en la universidad de la Sorbona y trabajó hasta 1994 como profesor en la universidad de Grenoble, Francia. Sus primeros libros, “La era del vacío”, “Ensayos sobre elindividualismo contemporáneo”, “El imperio de lo efímero” y “La moda y su destino en las sociedades modernas”, no tardaron en convertirse en best sellers. El diario Le Monde no ahorró elogios: afirmó que “El imperio de lo efímero” “quedará como uno de los libros faro de los años ochenta, como lo fueron en su día, “El hombre unidimensional”, de Marcuse y el “Antiedipo”, de Deleuze.
La obra de Lipovetsky hasido traducida al español, portugués, italiano, inglés, alemán, romano, búlgaro, serbo-croata, y polaco. En El crepúsculo del deber, el filósofo francés afirma que “el siglo XXl será ético o no será” y analiza los laberintos morales de la posmodernidad.
Las tres fases.
¿Cómo describe la ética de los nuevos tiempos democráticos?
_ Para entenderlo es necesario remontarse en el tiempo. En lahistoria de la moral se distinguen tres fases: la moral teológica, la moral laica, y la que transitamos actualmente en la sociedad posmoralista: lo que yo llamo ética indolora. En la primera etapa (la teológica) la moral no es independiente de la religión. No hay virtud fuera de la Iglesia y de Dios. Sin revelación divina no hay verdadera moral. Este esquema se mantiene hasta fines del siglo XVII.Más tarde, entre 1700 y 1950, la moral proviene del hombre y su razón. Los principios universales y racionales están presentes en todo hombre, independientemente de las confesiones religiosas. Surge la idea de que una vida moral es posible aún para los ateos, por lo tanto, la moral no necesita de la existencia del castigo divino para funcionar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el proceso desecularización de la moral toma de la religión el principio del deber absoluto. Aparece el principio del deber cívico, patriótico. Una suerte de culto laico en el que se impone a los individuos el deber de estar al servicio de la familia e incluso del comunismo. Pienso que las sociedades modernas han inventado los derechos del hombre pero al mismo tiempo han sacralizado el espíritu del deber,reconstituyendo el espíritu religioso de la ética sacrificial. Actualmente, entiendo que vivimos en una época posmoralista pero no posmoral. En mi opinión la sociedad posmoralista es la que estimula el deseo, la felicidad y el yo por encima del ideal de abnegación. La nuestra es la cultura de la publicidad, las vacaciones, el ocio y la moda, entendida como una fiebre de las novedades, como lacelebración del presente social. El deseo está por encima del deber. Hemos liquidado la gran retórica de la obligación absoluta de la moral.

¿Qué lugar le queda a la solidaridad en esta sociedad posmoralista ganada por el hedonismo?
_Evidentemente vivimos en una época hedonista. El imperativo moral del deber ha sido barrido por la cultura de nuestro tiempo. Eso se constata en los valores de losindividuos. Una encuesta realizada en Europa a comienzo de los años 60 muestra claramente esta tendencia. A partir de una lista de diecisiete virtudes, se le pedía a los encuestados que señalaran las cinco más importantes para la educación de los niños. En las respuestas el altruismo ocupaba el puesto número catorce y apenas el cinco por ciento de los interrogados consideraron esa virtud comoesencial. Está claro que la sociedad posmoralista ha descalificado la idea de sacrificio. Pero la paradoja de nuestro tiempo es que al mismo tiempo en que la ideología del deber pierde legitimidad social, la ética se pone de moda. Hay numerosos ejemplos de la preocupación moral de esta época: el auge de la bioética, la inquietud por la preservación del medio ambiente, la lucha contra el tabaco,...