Esayo de "A Donde No conozco Nada"

A donde no conozco nadie
Esta historia a simple vista parece no tener nada de extraordinario pero ya en perspectiva adquiere sentido. E inicia justo en el momento en que Filip le dio un puñetazo en la cara a John Wilkins en las puertas de St. Martin, el colegio en el que Filip llego a estudiar. Filip un joven de tan solo catorce años, aunque también cantaba con sus puños y de una estaturasuperior a la promedio. Contaba con una reputación similar a la de Wilkins.
John sorprendió a Filip en las puertas del colegio. Filip había ido a poner las cosas en claro con uno de sus miembros de la pandilla, Gordon, un muchacho pelirrojo que, para más señas, lleno la puerta de su casa con improperios “Freak! Go to back to hell”, sazonadas de excremento de caballo sobre la puerta de madera deldepartamento donde Filip vivía con su padre.
Tan hermosa relación entre ambos muchachos había nacido entes de que Filip fuera expulsado del St. Martin. El señor Merrick, director del colegio, ya se encontraba en las escaleras que conducían a la calle cuando Filip dio ese puñetazo en el rostro de Wilkins. Todos los muchachos del colegio gritaban a todo pulmón, alentando a Filip a que lo matara,cuando llego Merrick comenzó a abrirse paso hasta la escena.
Dicen quienes estuvieron ahí que Filip, no hubiera parado de golpearlo de no ser porque Merrick y otros profesores lo detuvieron y llego la policía.
-¿Qué demonios te pasa contigo, Filip?- dijo el sargento Walls al arrojar a Filip a la patrulla.
-Haz lo que tengas que hacer, tío Bob- bufó Filip.
-Eso te gustaría, ¿no? Que teinscribiera en una verdadera escuela del crimen.
Filip encogió los hombros. El sargento Walls trajo le había sugerido peleara en un gimnasio de box.
-Ninguna pelea es necesaria- sentenció Walls.
-Eso dices tú.
El sargento Walls recargó la frente en el volante. Recordó a Oskar Dons.
-Dime una cosa, Filip. Desde que empezó todo esto… ¿Cuánto es lo más que has durado sin pelear?
Miró al sargento porprimera vez desde que subió a la patrulla. Le decía “tío” de cariño, por la añeja amistad que lo unía con su padre. ”Desde que empezó todo esto”.
-No sé, no llevo las cuentas.
-Dime un periodo, Filip, el más largo que se te ocurra.
-No sé. Un mes.
-Pues yo te voy a demostrar que puedes estar hasta tres meses sin pelear.
Nota: de Alex. Para el abuelo.
Hola… nomás para contarte tres cosas:
1°.Que yo robé el botón, no la Horte.
2°. Que lo perdí.
3°. Mi mamá no me obligó a escribirte este mail.
Desde que llego a Rungsted, Filip sabía que la decisión del sargento Walls que era una artimaña. Pero no solo se opuso, Sino que hasta le pareció extrañamente conveniente. Quizá ese fuera su verdadero destino: ayudar en la oscuridad de un taller mecánico danés y dejar pasar la vida.
O quizáno.
Cuando cumplió dos meses en la solitaria compañía de su tío Hódder, decidió que ya estaba bien, que nada habría de malo en salir a dar una vuelta en bicicleta.
Filip, cuando después de subir por la Av Strandvej, una vez se había pedaleado siguiendo la línea de la costera, ida y vuelta, en serio momento en que tomó la decisión de internarse en el pueblo, enfilando hacia es Oeste.
Ellen,cuando presintió la llegada del ocaso y salió al porche de su casa, como todas las tardes.
Y Tanne mirando hacia el Sur, haciendo una reverencia para, luego, volver a su estudio y mirar un mapa con la melancólica medita en los ojos.
Filip tomo la solitaria Strandvej un poco más al Norte, unos doscientos metros más allá del puerto.
Nota: del abuelo. Para Alex.
En fin, creo que me interesaría mássaber la razón por la cual robaste el botón de Andersen, que el dónde o como lo perdiste. Pero es tu decisión.
Filip levantó la vista. Un hombre gordo, maduro, de calva reluciente, anteojos de grueso armazón y calzón de baño hasta las rodillas, miraba hacia el horizonte. Se había detenido justo a su lado y llevaba bajo el brazo una toalla; en las manos, unas aletas que no hacían juego, un...