escuela
Pregunté por él, me dijeron que por cuestiones de su trabajo les había dicho que iría un par de días al campo, que volvería esa misma noche y que si quería podía pasar a verlo al día siguiente. El campo estaba cerca, más o menos a una hora y media deallí. Les agradecí y les dije que en efecto volvería.
Me retiré a casa un tanto fastidiada. Tenía una semana sin verlo. Pero nada se podía hacer, él iba al campo constantemente. Llegué a casa, a hacer nada el resto de la tarde. Me dormí con ansias de que fuera el día siguiente para ir a casa de sus padres.
Cuando desperté el sol estaba ya en lo más alto. Se me había hecho muy tarde, me duché,me vestí rápidamente y casi corrí a casa de sus padres. Mi reloj indicaba mas allá de las 12. Llegué pronto, la puerta estaba abierta. Me tomé la libertad de pasar. Caminé hasta la sala y me senté, no había nadie al parecer. Estuve allí por más de veinte minutos y finalmente subí las escaleras.
-¿Hola? ¿Hay alguien?- pregunté.
-Aquí- dijeron desde la recamara.
Me acerqué y estaba allí lamama de Jack, hablando por teléfono. Colgó y se veía nerviosa.
-Hola, Camila. ¿Qué haces por aquí?- le recordé mi visita del día anterior y su invitación. Así mismo le pregunté si él había vuelto. No respondió.
-Señora, ¿su hijo ya volvió?- pregunté un poco más alto esta vez. Siguió sin responder, y entonces se escuchó la bocina de un auto justo fuera de la casa.
-Lo siento, Camila, debo irme.-tomó una maleta que yo no había notado y comenzó a bajar las escaleras, la seguí a paso rápido.
-Señora.-le dije cuando llegamos al final de la escalera.- ¿Qué está pasando?
Por un momento pareció que no me respondería y se iría. Pero me miró, se dio cuenta de mi preocupación, soltó un suspiro y dijo:
-Mi hijo… él no está bien. Mi esposo y yo iremos al campo a verlo. Está ingresado en el HospitalEspañol.
No tuve una reacción inmediata. Mis labios se movieron, aún después de que le ordené a mi cerebro que no los dejara abrirse.
-Permitan que vaya con ustedes.-me miró con ojos críticos y yo le regresé una mirada suplicante.- Por favor, no sabe lo que significa su hijo para mí… No puedo quedarme sabiendo que algo le ocurre, por favor.
-No tengo tiempo para pensarlo, vamos.
En menostiempo del que pensé ya estábamos en el auto. Íbamos a 200 kilómetros por hora. La cosa estaba seria.
Corrimos al interior del hospital. Él estaba en el segundo piso, habitación 216. El elevador iría demasiado lento, sus padres lo tomaron pero yo corrí por las escaleras. Llegué antes. A toda prisa me dirigí a su habitación, abrí la puerta y había un enfermero junto a él. Me acerqué. Él me miró ysus ojos mostraron un brillo especial.
-Amor.-susurró con voz temblorosa y ronca.- tenía meses de no verte, que milagro.
Sentí una lágrima rodar por mi mejilla, él me había visto hacía siete días. En ese momento las puertas se abrieron y entraron sus padres. Él de inmediato se emocionó:
-Mamá, papá. No tienen idea de como los extrañé. Tenía tanto tiempo sin verlos.-su madre me miró. Yo asentísin poder detener mis lágrimas. Sería un día largo. Salí de la habitación, para darles espacio con su hijo. No tenía más de 20 segundos afuera cuando se acercó su padre.
-Dice que te quiere a ti. Pasa.- entré de inmediato. Él le pidió espacio a sus padres y ellos salieron extrañados, a decir verdad también yo lo estaba. Le pregunté que ocurría.
-Amor.-respondió.- No me dejes solo. Quédate...
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