Espiritualidad M. Jesús.

SOBRE LA ESPIRITUALIDAD DE MARÍA JESÚS

Hay personas a las que el destino pone en nuestro camino y son como auténticos acompañantes del camino de Emaús. Intentaré explicarme mejor. Cuando Jesús se aparece a los dos caminantes, éstos no se dan cuenta de que es el mismo Jesús el que les acompaña y el mismo Jesús el que parte el pan con ellos. Jesús se aparece en su camino sin saber ellos cómo nipor qué; camina con ellos largo tiempo, hasta que cae la tarde, sin saber ni cómo ni por qué; se sienta a su mesa, parte el pan y después se oculta a sus ojos. Es entonces cuando los discípulos reflexionan: “¿Quién era éste que nos ha dejado esta sensación de paz y plenitud?” Así fue también María Jesús, Chus, en su breve estancia con nosotros. Recuerdo su presencia caminando, charlando,compartiendo mesa… Cuando nos despedíamos de ella y de su chico quedábamos comentando en casa: “¿De dónde le viene la fortaleza? ¿Cómo es posible que nos contagie optimismo e ilusión por la vida?” ¡Qué sensación tan agradable producía su presencia y qué ‘nube’ de paz dejaba en la casa cuando partía! Notábamos gratamente que por allí había pasado María Jesús y así disfrutábamos también en su ausencia.Verdaderamente, cuando nos visitaba, decíamos convencidos: “Por aquí ha pasado un ángel”



• Interés por el cuerpo.

María Jesús emprende un camino hacia dentro. No sé si fue el descubrimiento de sus capacidades para la medicina lo que la lleva a la vocación por salvar vidas o la vocación por la vida la lleva a la medicina. El hecho es que la vocación de médico es incuestionable.
Propio deuna sana autoestima y de un equilibrio personal encomiable, María Jesús, quería la vida, amaba esta vida y soñaba con prolongar vidas. Se empleó sin reservas al estudio del complejo tejido que conforma el cuerpo humano, para comprenderlo, investigarlo y hacerlo más longevo y sano.

Algo la movía desde dentro -y desde su más tierna juventud- hacia la solidaridad con la humanidad. Poseía, yadesde joven, una espiritualidad que le llevaba a decir: “En esos: en los más débiles pondré mis ojos. A ellos me dedicaré”. La fortaleza de la juventud y el ardor espiritual ilusionaron la vida de Chus, que gozó con la medicina y se sintió plenamente satisfecha poniendo todo su talento, que era mucho, a sanar cuerpos.

• Descubrimiento del alma.

Sólo una gran vida como la de María Jesús escapaz de descubrir que lo más grande estaba por llegar. La manifestación de la enfermedad supone un punto de inflexión. No supuso ruptura; más bien, cambia el rumbo en la construcción y madurez de su persona. Ahora se adentra en el estudio del alma, en su cultivo y en sus cuidados.

Creo que la profundidad espiritual que alcanzó Chus en esta época es el mayor tesoro que cultivó y nos dejó a todosnosotros. María Jesús perfecciona y se esmera en el arte de la delicadeza, la dulzura y la paz. Cuida como una reliquia el espíritu, abrillanta su alma y cada día se le ve una mirada más especial.

¿Quién sabe de dónde viene este misterio? Cuanto más se deterioraba el cuerpo más iluminados se le veían los ojos. Guardaba una relación inversa el cuerpo y el alma. Parecía que estos dos elementos,alma y cuerpo, hablaran por la mismísima persona de María Jesús: El cuerpo decía: “Adiós. Despedidme. Me queda poco por estar entre vosotros”. Al mismo tiempo, la paz y el amor que reflejaba Chus a través de la riqueza espiritual alcanzada decían: “Con vosotros estaré siempre. No temáis”.

¿Quién explica este misterio? ¿Cómo llamar a esta experiencia de amor y felicidad?

Este camino tanexigente hacia las profundidades del alma no se puede hacer solo. En mi opinión, tiene que haber una fuerza que motive y que mueva para continuar el arduo camino. ¿De dónde le viene esa fuerza a María Jesús? De Jesús de Nazaret. En Jesús encuentra no un retiro, ni una renuncia a nada, sino un complemento ideal para el camino. No renuncia al cuerpo, por eso sigue, con vocación esmerada, una...