estados de negocios

Capitulo 1

La carta se percibía rasposa, pesada y aun así no dejaba de sostenerla, como todas las mañanas desde hacía tres semanas; la letra era desprolija, como si un infante la hubiese escrito, pero no era así, un hombre adulto lo había hecho, sabía que la mentalidad de él jamás creció lo suficiente, no se desarrollo por más que los años pasaron. Siempre conoció la verdad, era parte de suhistoria, pero jamás fue tan tangible ni pesada como con esa carta, él al final había decidido pedir su presencia y no quería eso, no quería nada, solo odiar, despreciar y gritar, pero ¿a quién? ¿Quién era el culpable de que él se sintiera así? Y la respuesta estaba ahí, nadie era el culpable, eran cosas de la vida y aunque su vida podía ser considerada maravillosa, no sentía que fuese así, porquese odiaba, odiaba a todos y nadie tenía la culpa. Negó con la cabeza, agitando sus cabellos negros, para calmar la bronca latente, continua pero oculta, porque no era problema de nadie y no quería que nadie más lo supiera, podría ser objeto de burla o pena de muchos, demasiado había tenido que lidiar con ese tipo de cosas en el pasado. Y no se desconcertó por el odio que originaba la posibilidadde que alguien pudiese hablar mal de él, porque él era frágil, era puro, era todo lo que ya no podía ser y al final del día siempre lo sintió como si fuese su niño. Era su deber protegerlo por más que no quisiese saber nada de él.

Suspirando pesadamente, dejo la carta en el cajón de su mesa de luz, junto a las otras cinco cartas, y se dirigió hacia la puerta para continuar con la vida, paraseguir fingiendo, era excelente actuando que todo era maravillosamente perfecto; los ruidos en la cocina le indicaron que sus padres y hermanos le estaban esperando, no era necesario ser un genio para saber que estaba molesto, incómodo con todo, pero ellos entendían que no era una situación ideal y por eso no presionaban con respecto al asunto. Bajo lentamente la escalera y la risa de su madre ledio malestar, quería que los demás se sintieran igual que él, que odiaran y gritaran, que exteriorizaran lo que él no podía, dolía en las venas no poder sacarlo afuera; y crecía, apretándolo desde dentro; mas que él este incomodo, molesto con todo no significaba que los demás también lo estén, era algo que había tenido aprendido aunque no era de su agrado. Reparo su porte desganado y malhumorado,no quería que nadie realmente supiera el grado de su dolor, lo que la verdad y su pasado le hacían, lo que originaba en él, ya que era Nicolás Luca y por ende, nada le disturbaba. Así que aparento una sonrisa, tan falsa como un espejismo, y se reunió con ellos.

—…no sé como Martin puede hablar con esa gente. —Estableció asqueado Julián mientras comía una tostada en la mesa de la cocina, su formade juzgar a las personas era bastante particular y totalitaria, hasta en ciertas ocasiones inquietaba a sus padres. Leonardo no comento nada creía que era solo una faceta, alentada por su falta de juicio característico de sus 14 años, pero Matilde le hizo ver enseguida que era una forma de errada de opinar.

—No seas así. —Le aconsejo de forma cariñosa, pero detrás de ese tono estaba unaadvertencia, ella no toleraba que se hablara sin conocer la verdad, y aun así, nadie era más que otro, ellos no eran superiores a nadie, cada ser humano tenía sus propias miserias y por lo tanto, no se puede apuntar a nadie sin antes verse uno mismo al espejo— los chicos del gimnasio no son malos. —Coloco la jarra de jugo sobre la mesa para tomar su lugar, mientras que Nicolás se colocó al lado deMarcos que ignorando la situación en general se limitaba a leer el suplemento deportivo del diario, el mediano de los hermanos tenía una particularidad, había muy pocas cosas que le interesasen y por lo tanto, le distrajesen—. No digas cosas de las que después te puedas arrepentir. —Pero el joven Luca no escuchaba razones, según su creencia esos muchachos estaban destinados a morir en manos de...