Estrategias De Negocio
Para la Chrysler Corporation, la década de 1970 fue una década de agudización de la
crisis. La C. empresa que ocupa el tercer lugar entre las Cías automotrices más grandes de Estados Unidos y el décimo lugar entre las más grandes de todo el país, cada vez se iba rezagando mas respecto a la demanda del mercado.
En l97l, la C. inicio una reorganización completa para implantar una nueva estrategia
corporativa: construir y vender principalmente automóviles para la familia. Los Dodge,
Plymouths y Chryslers, automóviles más grandes, pesados y poderosos, fueron puestos a la venta en l973, pocas semanas antes de que el embargo de la OPEP ocasionara un violento
impacto en el público que adquiere automóviles. La C. no estaba preparada para satisfacer la
repentina y enorme demanda de automóviles pequeños que consumieran menos gasolina.
Dos años después de una costosa remodelación, el Plymouth Volare y el Dodge Aspen de
tamaño compacto fueron lanzados al mercado a fines de l975. Las ventas fueron mucho más bajas que las esperadas por una disminución temporal de la demanda de automóviles
pequeños. . En relación con sus principales competidores nacionales, la General Motors y la
Ford, la C. no estaba ganando mucho dinero y sin embargo había optado por ofrecer una
línea completa de productos igual a la de la de esas empresas.
En el verano y a principios del otoño de l978, la C. hizo grandes inversiones en la publicidad
y promoción de sus nuevos modelos de lujo el New Port, New Yorker y St. Reges. Muchos
clientes visitaron las salas de exhibiciones, pero varios problemas de fabricación impidieron
la entrega de los modelos de lujo antes de fines de noviembre. Para entonces muchos clientes
ya habían comprado los automóviles de otros fabricantes.
El 2 de noviembre de l978, la C. hizo dos anuncios: Había sufrido una pérdida récord de $1585,5 millones en el tercer trimestre, y Lee J. Iacocca, el recién despedido presidente de la Ford, se convertiría en el presidente de la Cía. y después, al cabo de un año seria el presidente de la Junta Directiva y presidente ejecutivo. Iacocca era un hombre controvertido, un excelente vendedor con gran sabiduría política y un sentido muy especial del humor. Durante las casi tres décadas que trabajo en la Ford había desarrollado algunos de los modelos más llamativos y exitosos de la Cía., entre ellos el Mustang y el Maverick. Pero en momento
de su despido, la dejo en serios problemas financieros: Las ventas estaban disminuyendo porque la Cía. tenía fama de producir automóviles de mala calidad y poco seguros. Esa reputación se debía, en opinión de algunos observadores de la industria, a que Iacocca prefería el estilo y lo superfluo sobre lo básico.
En su libro, (una especie de autobiografía escrita en un estilo muy directo), el nuevo presidente describió algunas de sus funciones y decisivas impresiones de la C.: ‘Observe un par de detalles aparentemente insignificantes que me hicieron pensar. El primero fue que la oficina del presidente estaba siendo utilizada como vía publica para ir de una oficina a otra. Constantemente abrían la puerta y pasaban por el despacho. De inmediato me di cuenta de allí reinaba la anarquía. Nunca olvidare mi visita a la feria del Estado de Míchigan, atiborrada de miles de Chryslers, Dodges y Plymouths que no se habían vendido, prueba palpable de la debilidad estructural de la Cía. El volumen variaría, pero él número de automóviles solea ser muy superior al que podríamos tener la esperanza de vender. En una época en que el efectivo disminuía ...
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