ESTRUCTURA MULTIDIMENSIONAL DEL SER HUMANO
Dra. María Fuentes Caballero1985.Barcelona.
LAS TERAPIAS Y SU ACCION SOBRE CADA ESTRUCTURA
La belleza del cuerpo comprende, como es natural, la salud, y envejecer significa también
perder esa belleza. Visto bajo ese aspecto, el cuerpo que se tiene pasa un punto culminante de perfección, luego empieza a declinar, para llegar finalmente a la muerte.
La conciencia corporal del hombre iniciático (leer “en camino de evolución”) es de otro
orden. Está en relación con la transparencia. Es, en gran parte, independiente del
concepto tradicional de salud física, juventud y eficacias profanas. Una trasparencia muy
marcada depende de factores diferentes a los que actúan sobre la salud puramente física. En la trasparencia, la curva de la vida no desciende necesariamente con la vejez.
Es posible que siga siendo ascendente hasta la muerte. La fealdad amenaza a la persona
que envejece sin haber seguido un camino de evolución y desarrollo interior, o que lo ha
querido ignorar siempre. Es la que sufre por su edad y siente amargura. Avanzar en el camino de la trasparencia embellece al rostro y da serenidad a los años. Toda práctica
del camino iniciático o camino evolutivo es un ejercicio del cuerpo que se es, un
ejercicio cuyo fin es crear aquellas condiciones que permitan a ese cuerpo hacerse
trasparente al ser esencial. La práctica hace posible dos cosas: presentir, incluso sentir, a
través del lenguaje del cuerpo nuestra esencia inmanente, y en ella al Ser sobrenatural; y dar a esa esencia la oportunidad de tomar, en el cuerpo que se es, la forma que
corresponde a nuestra imagen connatural.
“Iniciar un camino de evolución y transformación interior implica siempre un cambio tras el
que se reconoce el cuerpo como instrumento de la trasparencia. Para progresar en el
camino iniciático es indispensable una atención crítica con respecto a esta trasparencia a la que nuestra vocación nos destina. La conciencia corporal orientada hacia este camino
debe decidir sobre las exigencias físicas compatibles con la trasparencia del cuerpo que
se es. Esta misma conciencia marca el ritmo de sueño y vigilia, lo que se debe comer y
beber, así como la cantidad y la forma de las actividades físicas. Sobre todo esto no
existen normas rígidas. Quien emprende el camino debe él mismo adaptar, con flexibilidad, su conducta corporal a la etapa en la que se encuentre, y el umbral que debe
atravesar para llegar al siguiente grado.”
Después de este texto de nuestro amigo Durckheim, lo que resta es casi sencillamente,
ampliar un poco los detalles.
Como contraposición al concepto de “cuerpo” de la cultura tradicional reflejada en la Medicina “Ciencia que estudia el estado de salud y enfermedad del ser humano”, y que
se traduce en la definición de SALUD:”Ausencia de enfermedad. Media estadística entre
estados que pueden variar de un individuo a otro, de un día a otro”. Y también el de
ENFERMEDAD: “Alteración o ausencia de salud”, en los términos más literales y
científicos. Como contraposición, decía, a esos términos, y acercándome a la concepción del ser humano que describe Durckheim, prefiero definir la SALUD como “Estado de
armonía del organismo, que se caracteriza por el reparto equilibrado de energías dentro
del mismo, permitiéndole vivir, crecer y desarrollarse como entidad somática, y
conocerse, aceptarse y transformarse como entidad psíquica y espiritual”.
Es por ello por lo que se me hace necesario partir de un esquema de trabajo basado en la enumeración y descripción de las estructuras que se conforman al ser humano, de su
posible funcionamiento, por separado y en interrelación, en un intento de comprender
cuales son los mecanismos y factores que intervienen en el desarrollo de la persona.
Todo ello, como base para intentar, a partir de esa comprensión, tomar conciencia de ...
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