etica

15/08/05; NOTA A HECTOR FARIAS POR EL DIARIO "EL LIBERAL"
Pensamiento vivo | Héctor Farías, profesor universitario de Ciencia Política
“Para entender el porqué de tantos pobres hay que preguntarse el porqué de tan pocos ricos”
Parecidos. “El problema es definir lo que tenemos que hacer para no repetir nuestra historia de fracasos. Lo primero es interrogarnos como, por ejemplo, ¿en qué nosparecemos como pueblo a nuestros líderes? O, si se prefiere, ¿hasta dónde, personajes como Juárez espejan nuestros rasgos más definidos?”.


“A ustedes no los une ni el amor, ni el espanto. A ustedes los une el delito”, les dijo desde su banca radical una tarde de y ríspida del verano de 1988, cuando los diputados de César Iturre y de Carlos Juárez votaron juntos en una coyuntura deoportunidad.
Hoy, después de casi cinco años de ostracismo en los medios periodísticos y desde su posición de académico universitario, el doctor Héctor Rodolfo Farías aceptó una entrevista con EL LIBERAL.
En una síntesis de su pensamiento, dijo como quien aplica un duro golpe: “En los últimos 15 años los partidos políticos mayoritarios de Santiago del Estero fueron sublemas de los patrones y de losdueños del capital concentrado”.
Dos tiempos y dos definiciones categóricas, implacables, que definen el perfil de “Etino” Farías; uno de “esos” políticos y de “esos” radicales que se extraña, aunque él parece sentirse cómodo y más útil a la sociedad desde la cátedra de Ciencia Política, en varias universidades. Hizo sus primeras armas en la Convención Constituyente 1985-86.
Venía de su Añatuyanatal sin más lustre que su título de abogado. Sin embargo, fue la estrella promisoria en los enjundiosos debates sobre la enseñanza, la participación de la Iglesia y del Estado, y tantos otros temas doctrinarios que alimentaron aquella reforma.
Como se recordará, en aquella elección de convencionales constituyentes había triunfado la oposición, o sea la UCR conducida por Manuel Antonio Díaz y JorgeZuaín, y el juarismo experimentaba su primera gran derrota desde el gobierno.
Se hizo en la forja de la Juventud Radical que alumbraba la mística del alfonsinismo nacional de los primeros tiempos. Su tránsito a la Legislatura santiagueña fue raudo y allí descolló como un polemista implacable y un orador como no hubo otro desde los inicios de la democracia hasta los cuerpos parlamentarios deahora.
“Etino” era un opositor inflexible. E, internamente, se mostraba como un correligionario nada cómodo, nada dócil.
El iturrismo y el juarismo -que se debatían por esos tiempos una lucha despiadada por el poder- lo encontraron como un adversario que les desnudaba sus miserias de cara a la sociedad. Filoso y caústico, se recuerdan sus debates en una Legislatura que tenía otros expositores devalía como Ricardo Daives, Daniel Alberto Abalos, Fernando Martín Lobo, Miguel Ángel Granda o Ángel Bagli.
Claro, tampoco en el radicalismo Farías fue tolerante con los arbitrios de José Zavalía; ni era fácil para los acuerdos o consensos con los que su bloque trataba de mitigar las adversidades de aquel tiempo.
Esa intransigencia de boca dura lo transformó en una figura que no era atractivapara las listas de incondicionales y obsecuentes. Además, dejó la impronta de un gesto ético oponiéndose a las jubilaciones de privilegio y a las dietas altas, y a la donación completa, durante cuatro años (diciembre de 1987-diciembre de 1991) de los denominados “gastos de bloque”.
Para muchos analistas y observadores políticos lugareños, bien habría merecido estar en el Parlamento Nacional.Tiene 47 años y decidió romper el silencio en los medios, y respondió con su enfoque singular a preguntas sobre los problemas de la provincia, la etapa de transición y las perspectivas de su porvenir.
-Dejó la militancia partidaria-política y declinó el espacio público, ¿por qué?
Me alejé de la militancia partidaria porque nunca estuvo en mí aspirar a ser un político profesional. La política...