Etnografia vida de taxista

Etnografía

Corrían cerca de las ocho de la noche, hacía cerca de dos horas que él bien honrado se dedicaba a recoger su taxi para así empezar el turno de la noche. Saliendo de unrestaurante/bailadero de la zona T decidimos abordar el taxi que él manejaba a mucha honra todas las noches desde hace más de diez años. Él era portador de un título de ingeniero industrial de la universidaddistrital y a su vez, un título de ingeniero electrónico de la universidad nacional de Colombia. ¿Qué hacía una mente tan brillante conduciendo aquel vehículo de color amarillo? Circunstancias de la vidacontestó desde lo más profundo de sus adentros con una solemne voz de arrepentimiento. Detrás de su aroma a humo de cigarrillo y tinto de esquina se encontraba un mar de recuerdos ansiosos por sercontados y por ser escuchados. Un número casi que sin límites de relatos, cada uno de ellos con una lección de vida detrás. Porque mientras nosotros dormimos o nos subimos de noche a un taxi ajenos a larealidad de la noche, es esta la que se convierte en su nuevo día. El aparecer de la luna con los años se convierte en señal del amanecer. Él, junto a un gran número de taxistas son testigos de todas lasatrocidades que se cometen durante la noche en las calles de la ciudad. Después de proceder con la presentación formal siguió la pregunta más obvia que se nos ocurrió. ¿Cómo era la vida de untaxista? Y siendo más específicos, ¿Cómo era la vida de un taxista con turno nocturno? La respuesta fue muy simple -duro, es muy berraco- dijo en un tono serio pero lleno de gracia. El tener que soportar elcaos de la ciudad en su hora pico, los embotellamientos, uno que otro mal conductor, una que otra estrellada, uno que otro pasajero “maluco”, el casual asalto por parte de los criminales. Y ni hablarde todo aquello que se veía en las frías noches capitalinas. Según su relato, llega un punto en el cual no hay gran diferencia entre historias de ficción y lo que llega a suceder dentro de su...