Experimento

En estos días de descanso invernal, aproveché para leer las Cartas del Arca (versión española), las cuales recopilan muchos artículos, testimonios, reflexiones de personas de otras Arcas de mundo. Amedida que avanzaba en su lectura, surgió en mí una fuerte necesidad de volver a releer nuestra historia; ¿Cómo surge el Arca en la Argentina? ¿Cómo se gestó? ¿Cuáles son sus pilares? ¿Cuál es sucarisma? ¿Cómo se fue consolidando e integrando la comunidad? ¿Cómo fueron estos primeros siete años de existencia? Preguntas que me llevan a reflexionar

El Arca Internacional crece, y desde sufundación varios cambios han ocurrido. Lo mismo ocurre en el Arca Argentina. Desde sus inicios con “El Quico”; la decisión de hacer realidad el proyecto, su fundación; la alegría de tener la propia casa; laacogida de Sandra, luego Maxi, Osvaldo y Marquitos; la apertura del taller; los desafíos de los primeros años; la bienvenida y la despedida de distintos asistentes…, muchas realidades concretadas ynuevas necesidades que buscan su respuesta.

En este andar se materializan las paradojas de El Arca: algo tan humano y tan divino; lo simple y lo complejo; la desnudez y lo oculto; la abundancia y lacarencia…

Y ante todo este movimiento, ante los inconvenientes y aciertos, la necesidad de volver constantemente a ese espíritu inicial que movió a los fundadores a hacer realidad el Arca enArgentina; a estar abiertos a Él; a mantenerlo vivo.

¿Cómo ser parte de la comunidad jugando el rol que a cada uno le toca y mantener viva la vocación o llamada individual? ¿Cómo hacer para que no nosaferremos como esencial a lo que nos da seguridad, como la eficiencia, la reputación, el profesionalismo, la comodidad, la desidia, el temor…? ¿Cómo mantener blando el corazón para ser fiel a lapropia misión?

Jean Vanier en “La fuente de las lágrimas” dice: “la elección de Dios no es a los hombres. Elige primero a los pobres, a los que reconocen que son pobres, que les falta tal o cual...