fabula
Una hormiga sedienta, que bajó a una fuente con la intención de beber, se estaba ahogando. Pero una paloma, posada en un árbol cercano, cortó unahoja y se la tiró.
La hormiga se subió a ella y se salvó. Mas un pajarero, que andaba apostado y con los lazos preparados, quería capturar a la paloma. La hormigasalió y le mordió un pie. El pajarero, al sacudirse, movió los lazos y entonces la paloma escapó y se puso a salvo.
Incluso los más insignificantes son capaces de proporcionar grandesservicios a sus benefactores.
SOLIDARIDAD CON LOS DESCENDIENTES
El sultán sale una mañana rodeado de su fastuosa corte. A poco de salir encuentran a un campesino, que planta afanosouna palmera. El sultán se detiene al verlo y le pregunta asombrado.
— 0h, cheikk (anciano)!, plantas esta palmera y no sabes quiénes comerán su fruto... muchos años necesita para quemadure, y tu vida se acerca a su término.
El anciano lo mira bondadosamente y luego le contesta:
— ¡Oh, sultán! Plantaron y comimos; plantemos para que coman.
El sultán se admira detan grande generosidad y le entrega cien monedas de plata, que el anciano toma haciendo una zalema, y luego dice:
— Has visto, ¡oh, rey!, cuán pronto ha dado fruto la palmera?
Más y másasombrado, el sultán, al ver cómo tiene sabia salida para todo un hombre del campo, le entrega otras cien monedas.
El ingenioso viejo las besa y luego contesta prontamente:
— ¡Oh,sultán!, lo más extraordinario de todo es que generalmente una palmera sólo da fruto una vez al año y la mía me ha dado dos en menos de una hora.
Maravillado está el sultán con esta nuevasalida, ríe y exclama dirigiéndose a sus acompañantes:
— ¡Vamos..., vamos pronto! Si estamos aquí un poco más de tiempo este buen hombre se quedará con mi bolsa a fuerza de ingenio.
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