Fernando lazaro carreter "supertriste"
Aunque muchos jóvenes se sienten hoy muy modernos acompañando palabras con la preposición súper en su deseo de exagerar todo aquello que dicen, lo cierto es que dicho formante delcastellano no es tan novedoso como piensan y que sus raíces se encuentran en el latín, con la creación de palabras de significado “por encima de“ como superficial o superfluo. Los sabios medievalestambién lo emplearon con el fin de señalar "superioridad no espacial”, pero su uso todavía no había captado la atención de un vulgo que no tardaría mucho en encontrarle atractivo y otorgarle nuevasaptitudes. En el siglo XVIII ya empezaba a convertirse en un galicismo de moda, pero no fue hasta 1970 cuando se consideró oficialmente formante del castellano con el significado “en grado sumo”. Como eslógico, muchas palabras no aparecen registradas en el diccionario por razones de economía lingüística: si ya existe súper- y fino, parece redundante superfino. Como viene siendo habitual, este regalodel diablo nos vino de fuera, dado el poco respeto que parecen tener en el exterior a nuestra lengua, y pronto se convirtió en un pilar fundamental de la publicidad debido a su carácter ponderativo.Hoy no vamos a una tienda a comprar compresas absorbentes y crema hidratante, sino a un supermercado a adquirir compresas súperabsorbentes y cremas súperhidratantes ¿Por qué? Porque parece quenecesitamos un formante de estas características que se adapte a nuestra actual necesidad de expresarlo todo en su vértice más excitante y, sobre todo, porque “chola” más.
El filólogo español mantieneuna actitud de rechazo hacia este elemento compositivo, al que llega incluso a calificar de “tumescencia verbal”. Desde mi punto de vista, esta reacción es completamente comprensible en aquellasocasiones en las que su empleo resulta absurdo e inútil, dado que ya existen palabras o sufijos con idéntico significado, y lo único que se consigue es que la credibilidad, fuerza y belleza de las...
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