Filosafar
La prueba de que todos esos motivos son, aunque en grado diverso, inauténticos, esta en que todos suponen la Filosofía ya hecha. El profesionalaprende y cultiva esa que hay ya ahí; al aficionado le gusta porque la ve ya hecha, y su figura lograda le atrae.
Esto es pernicioso, porque corremos el riesgo de encontrarnos sumergidos en unaocupación cuyo íntimo y radical sentido no hemos tenido tiempo ni ocupación de descubrir. Y, en efecto, en casi todas las ocupaciones humanas acontece que por “estar ya ahí” los hombres suelen adoptarlasmecánicamente y entregar su vida a ellas sin que jamás tomen contacto verdadero con su radical realidad.
En cambio, el filósofo auténtico, que filosofa por íntima necesidad, no parte hacia unafilosofía ya hecha, sino que se encuentra, desde luego, haciendo la suya, hasta el punto de que es su síntoma más cierto verle rebotar de toda filosofía, que ya está ahí, negarla y retirarse a la terriblesoledad de su propio filosofar.
Como en toda ocupación humana, acaece que estamos siempre en el riesgo al filosofar, de dedicarnos a ello mecánicamente, siguiendo en forma inercial los modos depensar vigentes, aceptando sin más el planteamiento usual de los problemas. Esto es funesto, no porque nos impida “ser originales”, El pujo de “originalidad” que consiste en buscar deliberadamentediferenciarnos de los demás es una estúpida preocupación. El daño que aquel peligro suele engendrar estriba en que, al dar nosotros por buenas y aceptar a crédito los modos usuales de pensar y el...
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