Filosofia Politica

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FILOSOFÍA POLÍIICA
Para comprender lo que es la filosofía política,
conviene evitar dos escollos,sobre los que arrojó
luz Leo Straussen su célebre conferencia:.¿erré
es la filosofía polírica?, (L. Srrauss, 1.992).El primer error consistiría en hacer de la filosofía política una rama .regional, de la filosofia, que estaría
constituida por la trasposición de los problemas o
cle losconcepfos de la filosofía general al campo
particularde la política. Estaidea choca en primer
lugar con una objeción derivada al mismo tiempo
del hecho y cle la opinión, la del parente desfase
entre la historia de la .filosofía general, o de la
metafísicay la de la filosofía política. parece en
efecto difícil, en primer lugar, negar que, si se
quisiera escribir una hisroria de la filosofíapolíti
ca, sus capíttrlos principales y sus articulaciones
principales no serían los mismos que los de una
historia de la filosofía general.ParalaAnrigüedad,
Platón y Aristóteles tendrían sin duda en ambos
casos una importancia equiparable, pero esto es
¡nás dudoso en Io que concierne a las diferentes
filosofias helenísticas: en cuanro a la filosofía moderna, en cambio, los desfasesson del todoflagrantes: autores filosóficos capitales como Descartes o Husserl no dejaron ninguna .filosofia
política, constituida (aun cuando es posible reconstituir su pensamiento político), y filósofos
políticos de tanta relevancia como Maquiavelo,
Montesquieu o Rousseau se dedicaron mucho
no

a la filosofía primera (lo que no impidió que su
obra suscitara la admiración y la reflexión de los
rnásgrandes). Lejos de ser contingente, esta situación traduce de hecho un rasgo capital de la
filosofía política: ésta nace y vive de un problema
particular, el del contacto entre la filosofía y una
dimensión de la existencia humana .que es a la
vez esencial y esencialmente no filosófica, pero
que plantea cuestiones irreductibles al problema
ontológico o fenomenológico del mundo o de laexistencia .natural,. Los problemas de la filosofia
política se derivan de la vida de las comunidades
humanas, que a su vez producen algunxentos
elaborados y contradictorios, lo que hace problemática la búsqueda de una experiencia prerreflexiva, imponiendo al mismo tiempo al pensamiento coercionesespecíficas,
que no son sólo
las de la coherencia sistemática.
El segundo error, simétrico, consistiríaen ver
en la filosofia politica una simple formalización
de las opiniones ya presentesen la comunidad
política, confundiéndola con el .pensamiento político, en general,y superponiendo su lógica propia sobre la de la.historia de las ideas políticas,.
Ocurre en este punto de la política como en cualquier otra esfera de la experiencia o de cualquier
otro objeto de la reflexión; la filosofía sesingulariza por sus coerciones formales y, sobre todo,
por el télos que la anima: sólo aparece verdaderamente con la discusión de los principios, cuando ésta postula directa o indirectamente la cuestión de la verdad .total, (así sea en la forma
paradójica de una crítica radical de las pretensiones o de las ilusionesdel discursoveraz).
I¿ filosofia política se caracferizaasí en primer
lugar poruna relación al mismo tiempo necesaria,
htsuperable e indefinidammte problemátict con
las experienciasy las opiniones efectivamentepresentesen la polític? "fezl, del Estado.Esta relación
esencialcon el mundo de la vida tiene por efecto
limitar anticipadamenrelas posibilidadei de lu .rpeculación: la vida política misma es la que proporciona sus problemas a la filosofia, obligánáoh
de este modoa mantener un mínimo de conrinuidad entre sus conceptos y las nociones que subyacen a Ia precomprensíón común de la política. por
otro lado, el filósofo se encuentra aquí en una simación .política, singular, debida a que su particularidad estriba en su pretensión de emiti¡ un discurso de alcance universal, que sllpuestamen¡e
trasciende las opiniones o los argumentos comunes; de ahi nace una...