FLACSO
Sesión 2
Elementos básicos para introducir el género en la economía
En la sesión anterior vimos que la forma habitual que tenemos de entender la
economía (no sólo las y los economistas… sino todas y todos en general) adolece de
sesgos que reflejan las desigualdades sociales imperantes. Decíamos que había sesgos
de género (androcéntricos), de clase (clasistas), de priorización del capital
(mercantilistas), de hegemonía global y cultural (etnocéntricos). En esta sesión vamos
a centrarnos en los sesgos androcéntricos, viendo cuáles son los dos movimientos
estratégicos fundamentales para revertirlos.
Decíamos que los sesgos de género suponen una doble exclusión del sujeto femenino:
- Al identificar la economía con el dinero, se niega que sean economía los
ámbitos de trabajo que están protagonizados por mujeres y asociados a la
femineidad (la reproducción): el movimiento estratégico fundamental es
ampliar el concepto de economía y trabajo.
- Al negar significado económico a las relaciones de género, bien porque se
considera que la economía es un terreno libre de relaciones de poder
(economía ortodoxa: perspectiva neoclásica/neoliberal), bien porque las
relaciones sociales relevantes son sólo las de clase (economía heterodoxa:
perspectiva –neo‐marxista): el movimiento estratégico clave es introducir el
género como una categoría fundamental de análisis económico y analizar las dimensiones económicas de la desigualdad entre mujeres y hombres.
Sin embargo, aunque así expresados parezcan sencillos, esos dos movimientos no son
tan fáciles. Y, además, ¿por qué están ahí esos sesgos? ¿No se supone que tenemos
herramientas científicas suficientemente buenas y desarrolladas como para crear un
conocimiento objetivo? ¿No será más bien al contrario, que con tanto énfasis en las desigualdades entre mujeres y hombres estamos introduciendo en la economía
valoraciones políticas, subjetivas? Estas serán las cuestiones que tratemos a
continuación, para terminar señalando que no hay una única respuesta a estas
preguntas y que, por eso, hay varias formas de vincular género y economía.
1‐ La economía como sostenibilidad de la vida
Tenemos la costumbre de entender que todo lo que mueve dinero es economía (y que
nada que no mueva dinero es economía).
Pero, si quitamos esa barrera que decimos que es falsa, ¿qué es economía entonces?
Ha habido muchos debates sobre esto… y continúan. Parece obvio empezar diciendo
que economía entonces es la producción (que ocurre en los mercados, la que mueve
dinero) y la reproducción (la que tiene lugar fuera del mercado, la que no mueve
dinero). Pero pensémoslo un poco más: ¿qué sentido tiene hablar de producción y
reproducción como cosas escindidas? ¿Nos interesa, por ejemplo, saber cuántos
tomates se producen y venden en un mercado porque sí? ¿O nos interesa porque
alguien compra y come esos tomates, y alguien los vende y con ese dinero compra
cosas que necesita para vivir? Es decir, lo que nos interesa no es la producción de por
sí, sino en la medida en que colabora al proceso de reproducción de la vida. A esto le
hemos puesto un nombre: la sostenibilidad de la vida.; decimos que economía son los
procesos de generación y distribución de recursos que permiten sostener la vida,
satisfacer necesidades de las personas (por ejemplo, podéis ver la idea de
sostenibilidad de la vida en Carrasco, 2001).
1.1‐ El complejo debate sobre las necesidades
Esta idea, que parece muy simple, sin embargo es muy compleja. Veamos algunos de
los elementos que añaden complejidad a esa idea.
En primer lugar, no se trata de hablar de necesidades básicas, sino del ...
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