folklor

Sicología Folk y Pedagogía Folk*
Davis R. Olson Jerome S. Bruner

Nunca ha sido fácil aplicar el conocimiento teórico a los problemas prácticos.
Refiriéndose al arte práctico del médico, Aristóteles escribió en su Ética a Nicómaco
"Es algo fácil conocer los efectos de la miel, el vino, las hierbas, la cauterización y la
incisión. Pero saber cuándo, para quién y cuándo deberían aplicarseestos elementos
como remedios, es una tarea difícil, aun para un médico." Los avances científicos
crecientemente nos informan de los efectos de distintos tratamientos, pero el arte de
saber "cómo, para quién y cuándo" aplicarlos permanece aún hoy tan difícil como
siempre.
Este es exactamente el problema que enfrentamos al tratar de relacionar los
conocimientos teóricos a los contextos prácticosde la educación. El conocimiento
teórico de cómo los niños se desarrollan continua aumentando, pero cómo relacionar
este conocimiento a los contextos prácticos en los cuales los adultos,
intencionadamente intervienen para estimular este desarrollo; en una palabra, para
educar, permanece casi tan misterioso como cuando estos esfuerzos comenzaron.
Los intentos para especificar la ruta desde lacual los profesores pueden o podrían enseñar, mentorizar, monitorear y criticar- lo que los niños hacen -piensan y aprenden,
recuerdan, generalizan- configuran una larga historia, aun cuando menos satisfactoria.
No necesitamos recitar la fallida historia de intentos para formular leyes generales del
aprendizaje, ya sea de ratas en laberintos o de estudiantes de pregrado en los
laboratoriossicológicos, ni aun los intentos para construir teorías de las habilidades
que pudieren predecir qué y cómo las destrezas se podrían adquirir rápidamente, sólo
para reconocer la ausencia de tales teorías en relación a aquellos aspectos más
críticos de la pedagogía; esto es, los objetivos, propósitos, creencias e intenciones
tanto de los profesores como de los aprendices. Es esta ausencia la quecrea la
brecha que existe entre la teoría y la práctica.
De este modo, se requiere un nuevo tipo de teoría. Las teorías del aprendizaje que
tienden a ignorar lo que se aprende y por quién y para qué propósito deben dar paso a
teorías que vinculen el aprendizaje a la comprensión previa del que aprende tanto
como a las metas e intenciones del aprendiz. Y las teorías de la habilidad que intentanpredecir el aprendizaje sin poner atención a las metas e intenciones del actor deben
dar paso a aquellas que indiquen cómo los actores explotan lo que ellos saben en el
curso de intentar lograr metas de comprensión. La enseñanza y el aprendizaje no
deben ser más vistos como dos actividades, causalmente ligadas - uno sabe x porque
le enseñaron x- sino más bien como una forma especial decompartir o llegar a
compartir creencias, metas e intenciones; en una palabra, como una cultura.

* Olson, David R. y Bruner, Jerome S.: Folk Psychology and Folk Pedagogy en Olson, David y
Torrance, Nancy (eds) The Handbook of Education and Human Development, Blackwell
Publishers, Cambridge, 1996, pp. 9-27. (Traducción de Gastón Sepúlveda).

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Pero, ¿cómo los seres humanos logran talesencuentros de mente, especialmente a
través de la edad y las brechas de experiencias que separan a los profesores de los
niños y jóvenes? Más particularmente, como lo expresan los profesores, ¿Cómo
alcanzamos a los niños? o como lo expresan los niños, ¿Qué están tratando de
obtener ellos? Este es el problema clásico de la Otra Mente, como fue originalmente
denominado por la filosofía, y surelevancia para la educación a sido mayormente
desestimado hasta muy recientemente. En la última década, se ha constituido en un
tópico de apasionado interés e intensa investigación entre los sicólogos,
particularmente aquellos interesados en el desarrollo. De esto es lo que trata el
presente capítulo: la aplicación de esta nueva comprensión de las mentes al proceso
de educación.

En un grado...