Francisco Diaz De Leon

Francisco Díaz de León
“Desde chico, fui muy curioso y me di a la lectura, pero sobre todo, lo que eme llamaba la atención eran las imágenes de los libros. Entre estos había uno quien me llamaba la atención: los viajes de Gulliver. Era una edición que no tenia mucha importancia, pero a mi me gustaban mucho las ilustraciones. Entonces, siendo un escolar, empecé a hacer algunos dibujos.” FranciscoDíaz de León

La importancia que tiene Francisco Díaz de León para la plástica mexicana es total, ya que sin los aportes que dio a la nación, dicho gremio se hubiera sumergido en un oscurantismo creativo, limitado por el academicismo imperante en las instituciones. Así mismo, en un país en vías de cambio político-social y de reestructuración de los modelos educativos, Díaz de León proponecolocarse al frente de la pedagogía artística, e impartir sus conocimientos para fomentar la divulgación de las artes plásticas. Mi interés por este personaje surge cuando conozco por vez primera el trabajo de Díaz de León, cuando se generó la duda de cómo se hacían los grabados. Al ir explorando, encontré que muchos de los personajes que había leído en los libros de historia eran personas allegadas aél, personas importantes en la vida actual del país. Imaginar aquella época, donde el espíritu revolucionario estaba mas vivo que nunca, me hace pensar en los retos que debió pasar para hacer posible difundir y enseñar, una de las disciplinas mas impresionantes de este siglo. Gracias al trabajo de Francisco Díaz de León y sus colaboradores de toda la vida, aun preservamos y ampliamos lahistoriografía del arte moderno mexicano. El grabado de un legado Desde el año de 1897 del nacimiento de Francisco Díaz de León el día 24 de septiembre, en el barrio de Triana, de Aguascalientes, la vida del artista se despliega en muchas vertientes humanas y estéticas. Sus padres fueron el encuadernador Francisco Díaz de León y la señora Ignacia Medina. Las primeras vislumbres de la belleza las percibió enel taller de encuadernación de su padre. Su alma infantil se deleitaba ante los grabados de los libros y revistas que aportaban por ahí pasajeramente.

En su niñez asistió a una academia municipal de dibujo en la cual recibió sus primeras lecciones. Durante la adolescencia su fantasía encontró ancho campo para nutrirse en una mercería donde, como dependiente, se encontró rodeado de un mundo deobjetos y formas que en su conjunto podrían considerarse como una prefiguración del surrealismo. Ya en la juventud le atrajo la vocación de la artesanía y para practicar el doloroso oficio de carpintero ingresó en los talleres del ferrocarril.
“Nunca dibuje con mas alegría y veracidad como en mi niñez, tendría la edad de los escolares que acuden al 4º grado de primaria cuando despertó en mi eldeseo de emborronar muros, para ello me valí de un procedimiento tan inocente como fugaz materializando cuanto ebullia de mi imaginación, buscando aquí y allá, tropecé con un pincel gordo, capaz de retener el agua de mi paleta en una cantidad tal que me era fácil dibujar caballos, hombres, pájaros y flores que antes de que el primer trazo hubiera desaparecido de la pared encalada, servía deescenario a mi ambulante producción. Luego vino el periodo del grafiti, que disgusto mucho a mi padre, cuando vio que trazos en hueco, esta vez indelebles, sucedían al procedimiento anterior. Al advertir luego el remedio, decidió llevarme a la academia de dibujo que dirigía el señor Tovilla, en cuyas manos encomendó mi inspiración a la maestría del dibujo. Confieso sinceramente que aprendí poco en aqueltemplo del arte y también que las litografías de Julien, aquellas muestras ante las que permanecían enfatizadas meses y meses los alumnos, solo despertaron mi temor y desconcierto. No dibujaría ya con mi antigua libertad, al trazo libre, espontaneo, con que solía evocar al mundo físico y sucedió un grotesco grafismo de líneas gruesas y delgadas que eran módulos con minucia aterradora. Fui el mas...