GLOSARIO JURIDICO URBANO. PABLO AGUILAR GONZALEZ
PABLO AGUILAR GONZÁLEZ Abogado Urbanista
pablo.aguilar@cnjur.org.mx jurba_2000@yahoo.com
Obra registrada ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor
03-1998-072211534000-01.
GLOSARIO JURIDICO URBANO.
PABLO FRANCISCO MIGUEL AGUILAR GONZALEZ.
Abogado urbanista
PRESIDENTE DEL COLEGIO NACIONAL DE JURISPRUDENCIA
URBANISTICA A.C.
www.cnjur.org.mx
DESARROLLO URBANO SUSTENTABLE
PRESENTACION DE LA SERIE “DERECHO URBANISTICO Y AMBIENTAL”
COLEGIO NACIONAL DE JURISPRUDENCIA URBANÍSTICA A.C.
PABLO AGUILAR GONZÁLEZ Abogado Urbanista
pablo.aguilar@cnjur.org.mx jurba_2000@yahoo.com
La serie “Derecho Urbanístico y Ambiental”, fue concebida por el autor como resultado de una estancia
experimental de un año transcurrido en una vecindad suburbana en la Zona Metropolitana de Puebla.
El contacto vivencial como habitante de vecindad con las carencias que vive la gente que intenta
sobrevivir en dichos “espacios”, motivó múltiples reflexiones en el autor, abogado de profesión, para
comprender en una totalidad aún no totalizada, la importancia que tiene el derecho urbanístico en el
presente actual, en el inmediato y en el futuro que transcurre a partir del hoy.
Durante dicha experiencia, el autor, asimismo, se desempeñó como funcionario de la administración
urbana en una metrópolis, estableciendo conexiones entre ambas vivencias para poder aprehender a
los centros de población como objetos de conocimiento.
La estancia del autor en dicha vecindad o barrio se desempeñó en forma silenciosa, como uno más de
los miembros de ese núcleo humano, pudiendo descubrir vivencialmente el sentido de la palabra
“incremento de la calidad de vida” a que se refiere el artículo 25 constitucional, promotor del desarrollo nacional.
En efecto; es muy difícil descubrir para los líderes políticos de nuestro sistema mexicano, el sentido
profundo de las demandas de los ciudadanos, ya que éstos en muy raras ocasiones experimentan
vivencial y emocionalmente las carencias, aspiraciones, necesidades y sentimientos de los sectores sociales que pretenden gobernar o representar, máxime aún que en nuestro país se desarrolla la vida
político práctica, como una simple lucha de intereses egoístas a fin de cuentas, para obtener el poder, lo
que vuelve miope, utópica o destructiva cualquier filosofía o aspiración política o jurídica.
El vivir sin agua para asearse, para limpiar el baño o para lavar los trastos; el observar espacios
mínimos habitados por familias de ocho a diez personas, donde no existe intimidad y lo que más se
piensa no es precisamente el elevar el espíritu y vivir en armonía con uno mismo, sino en sobrevivir
como se pueda; donde cada aumento de precios, difundido en forma amarillista por los medios de
comunicación, realmente se siente como “pega” en el espíritu del barrio, provocando pesimismo,
desesperación y pérdida de fé. El salir cada mañana buscando dónde depositar higiénicamente la
basura para evitar su acumulación, con las consiguientes plagas de animales o enfermedades; el
observar la existencia de tres baños para treinta personas, incluyendo bebés, enfermos y ancianos, el no poder dormir por el ruido estridente de la música o los gritos salvajes del vecino en la mañana, tarde y
noche son cuestiones que destruyen conceptualmente en el jurista cualquier filosofía del derecho para
regular la vida de los hombres, concebida por los teóricos del derecho como un deber ser abstracto,
lleno de imperativos hipotéticos, sin contenido emocional, frío e implacable en ...
Regístrate para leer el documento completo.