Gobierno De Raúl Ricardo Alfonsín

Gobierno de Raúl Ricardo Alfonsín (1983-1989)

En 1983 la civilidad argentina ganó el centro de la escena, en la calle y en la opinión pública. Sus miembros adherían a distintos partidos, y sus reclamos eran los derechos humanos y la democracia. Fue cabalmente interpretado por Alfonsín, vencedor en la elección presidencial. No se trataba sólo del sufragio popular; eran también las institucionesrepublicanas, el estado de derecho, el pluralismo y el diálogo. Nada de eso era característico de la tradición política argentina, de modo que se trató de una verdadera fundación. La oposición peronista, que conservó posiciones importantes, compartía ese entusiasmo con reticencias. No obstante, la ilusión ciudadana fue más fuerte, e instauró la democracia.
Alfonsín propuso además solucionar conla democracia los principales problemas sociales: la alimentación, la salud, la educación. Pero estuvo condicionado por el fuerte deterioro de las instituciones del Estado y por la difícil situación de la economía, con una enorme deuda externa, un fuerte déficit fiscal y condiciones internacionales adversas. Cuando se reveló la relativa impotencia del Estado, la ilusión democrática comenzó atransformarse en desilusión.
El principal reclamo de la civilidad era el juicio y castigo a los responsables del terrorismo de Estado. No era una empresa fácil, pues las Fuerzas Armadas, aunque en retirada y derrotadas en la batalla discursiva, se abroquelaron en la defensa de su corporación. En la campaña electoral, los peronistas habían aceptado la autoamnistía de los militares, mientras que losradicales asumieron el desafío. Con sus principios bien plantados, Alfonsín llevó adelante la investigación de los crímenes, testimoniados en el informe Nunca más, y luego, el juicio y castigo a los máximos responsables. Fue un avance notable en la reivindicación de los derechos humanos, y también en la afirmación del estado de derecho.
De ahí en más comenzó la reacción de los militares, quienes senegaron a que los restantes oficiales en actividad fueran juzgados. En 1987, jueves de Semana Santa, el teniente coronel Aldo Rico sublevó a un par de centenares de oficiales en Campo de Mayo, quienes pronto fueron denominados carapintadas por el maquillaje de camuflaje que utilizaban para dar una imagen más temible. La consecuencia de la rebelión fue una masiva e inmediata movilización cívica endefensa de la democracia. Mientras las principales plazas del país se llenaban de manifestaciones, la clase política –incluyendo a la oposición- apoyó de manera inequívoca al presidente y a las instituciones. Alfonsín ordenó la represión de los sublevados pero esto no ocurrió. Una columna de tanques encabezados por el general Ernesto Alais partió desde Rosario para cumplir con la orden delpresidente. En los hechos, los oficiales a cargo se negaron a reprimir a los carapintadas.
El domingo de Pascuas, Alfonsín en persona fue a dialogar con los sublevados, a Campo de Mayo. Luego regresó a la Casa Rosada expresando a la multitud civil que la casa estaba en orden y que los militares habían depuesto su actitud y que serían juzgados por estos acontecimientos. Detrás de esto, se encontraba laexistencia de un pacto que a los pocos días quedó en evidencia. En junio de 1987 el oficialismo logró la aprobación de la Ley de Obediencia Devida, que eximía de responsabilidad a aquellos militares que sólo habían obedecido órdenes. Numerosos juicios por violaciones a los derechos humanos que ya estaban en marcha quedaron nulos y muchos represores paradigmáticos quedaron en libertad. En 1988 hubonuevos alzamientos militares, protagonizados por Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldin. Una nueva desilusión afectaba la popularidad del presidente.
Fue un gobierno que tuvo que enfrentar problemas muy serios al menos en tres áreas: la militar, anteriormente mencionada, la económica y la sindical. Los grandes problemas económicos se manifestaron en una recurrente inflación. La CGT, que asumió la...