Guión de la Importancia de llamarse Ernesto

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO.
Personajes:
Juan Worthing, tutor de Cecilia…………………………
Archibaldo Moncrieff, sobrino de Lady Brack…..
Cecilia, pupila de Juan………………………………………
Güendolin Fairfax……………………………………………..
ACTO 2
Escena 1
(Jardín en la quinta de Worthing. Una escalinata de piedra grisconduce a casa. El jardín de estilo anticuado se ve lleno de rosales en flor. Es el mes de julio. Sillones de mimbre y una mesa repleta de libros, a la sombra de un frondoso árbol. “Cecilia” se encuentra al fondo del jardín, regando las plantas.)
ARCHIBALDO. (Yendo hacia ella y arrodillándose a sus pies.)-¡Qué ángel de
perfección es usted, Cecilia!
CECILIA. -¡Ah, que romántico! (Él labesa y ella le acaricia los
cabellos.) Supongo que el ondulado de su pelo es natural, ¿verdad?
ARCHIBALDO. -Sí, alma mía; con una pequeña ayuda ajena.
CECILIA. -Me alegro muchísimo.
ARCHIBALDO. -¿No volverá a alejarse de mí, verdad Cecilia?
CECILIA. -No creo que pueda alejarme ahora que te he conocido. Además, hay la cuestión del nombre, como es natural.
ARCHIBALDO.(Nerviosamente.)- Sí, sí, naturalmente.
CECILIA. –Sé que suena algo extraño... no te vayas a reír pero de niña siempre fue mi sueño amar a un hombre que se llamase Ernesto. (Archibaldo se levanta y Cecilia
también.) Hay algo en ese nombre que parece inspirar absoluta confianza. Pobrecitas las mujeres casadas cuyos maridos no se llaman Ernesto.
ARCHIBALDO. -Pero, mi amor, significa que si yo mellamara de otra forma, ¿no podrías amarme?
CECILIA. -¿Pero qué otro nombre?
ARCHIBALDO. -¡Oh! El que usted quiera... ... por ejemplo...Archibaldo.
CECILIA. -Pues no me gusta ese nombre.
ARCHIBALDO. –Pero mi vida, mi amor, no veo realmente, qué
tiene que objetar al nombre de Archibaldo. No es un nombre feo. En realidad, es por
el contrario un nombre aristocrático.. Pero enserio,Cecilia... (Acercándose a ella.) Si
me llamase Archi, ¿no podría amarme?
CECILIA. (Levantándose.)-Podría respetarle a usted, Ernesto; podría admirar su
carácter, pero me temo que no sería capaz de quererlo.
ARCHIBALDO. -¡Ejem! ¡Cecilia! (Cogiendo su sombrero.) ¿Supongo que el párroco de
aquí realiza toda clase de ritos y ceremonias de la Iglesia?
CECILIA. -¡Claro! El doctor Casullaes un hombre buenísimo. Puede figurarse lo mucho que sabe.
ARCHIBALDO. -Necesito verle en seguida para un bautizo importantísimo..., digo para
un asunto importantísimo.
CECILIA. –ah!!
ARCHIBALDO. -Estaré ausente media hora nada más.
CECILIA. -Teniendo en cuenta que somos novios, y que
le he conocido por primera vez, creo que sería más bien molesto que me dejara sola por un tiempotan largo como media hora. ¿No podría usted dejarlo en veinte
minutos?
ARCHIBALDO. –No me tardo eeeeh!! (La besa y sale corriendo por el jardín.)
CECILIA. -¡Qué muchacho más impetuoso es! ¡Me gusta tanto su pelo! Tengo que
apuntarlo en mi diario. (Entra MERRIMAN.)
MERRIMAN. -Miss Fairfax acaba de llegar y quiere ver a míster Worthing. Es para un
asunto importantísimo, según dice.CECILIA. -¿No está míster Worthing en su biblioteca?
MERRIMAN. -Míster Worthing salió en dirección a la parroquia, hace ya un rato.
CECILIA. –Dígale que venga. Míster
Worthing no tarda en llegar. Y puede traer el té.
MERRIMAN. -Bien, señorita. (Sale.)
CECILIA. -¡Miss Fairfax! Supongo que será una señora de edad madura que colaboran con el tío WORTHING en alguna de sus obras enLondres. No me gustan mucho las mujeres que toman parte en obras caritativas. Las encuentro muy atrevidas. (Entra MERRIMAN.)
MERRIMAN. -Miss Fairfax. (Entra GÜENDOLÍN. Sale MERRIMAN.)
CECILIA. (Yendo a su encuentro.)-Permítame que me presente. Me
llamo Cecilia Cardew.
GÜENDOLÍN. -¿Cecilia Cardew? (Dirigiéndose hacia ella y estrechándola la
mano.) ¡Qué nombre más encantador! Algo...