Guion Don quijote
Cuando estaban don Quijote y Sancho en las razones referidas en el capítulo antecedente, se oyeron grandes voces y gran ruido, y dábanlas y causábanle los de las yeguas, que con larga carrera y grita iban a recebir a los novios, que, rodeados de mil géneros de instrumentos y de invenciones1, venían acompañados del cura y de la parentela de entrambos y de toda la gente más lucidade los lugares circunvecinos, todos vestidos de fiesta.
Sancho: A buena fe que no viene vestida de labradora, sino de garrida palaciega¡Pardiez que según diviso, que las patenas que había de traer son ricos corales, y la palmilla verde de Cuenca es terciopelo de treinta pelos! ¡Y montas que la guarnición es de tiras de lienzo blanco! ¡Voto a mí que es de raso! Pues ¡tomadme las manos, adornadascon sortijas de azabache! No medre yo si no son anillos de oro, y muy de oro, y empedrados con pelras blancas como una cuajada, que cada una debe de valer un ojo de la cara. ¡Oh, hideputa, y qué cabellos, que, si no son postizos, no los he visto más luengos ni más rubios en toda mi vida! ¡No, sino ponedla tacha en el brío y en el talle, y no la comparéis a una palma que se mueve cargada de racimosde dátiles, que lo mesmo parecen los dijes que trae pendientes de los cabellos y de la garganta! Juro en mi ánima que ella es una chapada moza, y que puede pasar por los bancos de Flandes.
Don quijote al ver a los novios dijo: nunca había visto una mujer tan guapa como Quiteria, sin contar claro está a Dulcinea.
Un hombre vestido de un sayo negro jironado de carmesí a llamas (Basilio): Esperaosun poco, gente tan inconsiderada como presurosa.
Todos voltearon para verlo.
gallardo Basilio: Bien sabes, desconocida Quiteria, que conforme a la santa ley que profesamos, que viviendo yo tú no puedes tomar esposo, y juntamente no ignoras que por esperar yo que el tiempo y mi diligencia mejorasen los bienes de mi fortuna, no he querido dejar de guardar el decoro que a tu honra convenía. Pero tú,echando a las espaldas todas las obligaciones que debes a mi buen deseo, quieres hacer señor de lo que es mío a otro cuyas riquezas le sirven no solo de buena fortuna, sino de bonísima ventura. Y para que la tenga colmada, y no como yo pienso que la merece, sino como se la quieren dar los cielos, yo por mis manos desharé el imposible o el inconveniente que puede estorbársela, quitándome a mí depor medio. ¡Viva, viva el rico Camacho con la ingrata Quiteria largos y felices siglos, y muera, muera el pobre Basilio, cuya pobreza cortó las alas de su dicha y le puso en la sepultura!(luego saca vaina del baston y se incresta el mismo)
Sus amigos (don quijote) llegaron ayudarle
Cura: antes de sacarle la estoque dejen que se confesé porque al hacerlo morira
Basilio dijo con vos adolorida: Siquisieses, cruel Quiteria, darme en este último y forzoso trance la mano de esposa, aún pensaría que mi temeridad tendría disculpa, pues en ella alcancé el bien de ser tuyo.
Cura: mejor atiende la salud de tu alma antes que a los gustos de tu cuerpo, pídele el perdón de tus pecados a Dios
Basilio: De ninguna manera me confesare sin que antes Quiteria mede su mano para ser mi esposa. Eso me darávoluntad y aliento para confesarme.
Don quijote: Basilio pide algo muy justo y puesto en razón. Y el señor Camacho quedaría tan honrado recibiendo a la señora Quiteria viuda del valeroso Basilio como si la recibiera del lado de su padre
Amigos de Basilio le decían a Camcho: consintiese que Quiteria le de la mano de esposa, porque su alma no se perdiese partiendo desesperado desta vida
Camachono sabía que decir.
Luego acudieron todos a Quiteria, y unos con ruegos, y otros con lágrimas, y otros con eficaces razones, la persuadíanVII que diese la mano al pobre Basilio, y ella, más dura que un mármol y más sesga que una estatua26, mostraba que ni sabía ni podía ni quería responder palabra: ni la respondiera si el cura no la dijera que se determinase presto en lo que había de hacer,...
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