HACER EL AMOR

HACER EL AMOR

No son tapa de diarios y revistas, no aparecen en los rankings semanales, no tienen nada, absolutamente nada de rating, y por supuesto, carecen de fans acosándolos en lascalles por la firma de un autógrafo. Porque están lejos de ser los carilindos de la novela de turno o las top model del momento. Pocos, muy pocos programas de radio o televisión hablan de ellos. Laluz de los flashes fotográficos del periodismo se rehúsa a tomarlos. Será porque tienen luz propia e iluminan constantemente mucho más que el brillo egoísta y calculador de un flash. Tampoco soninvitados a los rimbombantes festejos del jet-set. Será porque no caben en una lista de ricos y famosos. O porque no comen caviar ni beben champagne. Ni tan siquiera tienen su propio coiffeur ni su diseñadorde alta costura. Su tiempo no alcanza para esas frivolidades. Su tiempo cuesta menos, mucho menos, pero, sin dudas, vale mucho, mucho más.
Nunca sus nombres podrían ser un producto demoda; jamás los dueños de una marca a posicionarse en el mercado consumista de cientos y miles de “cholulos”.
Es hora ya de que los argentinos, atosigados con la bolsa, los precios, laestabilidad y el dólar, empecemos a ocuparnos de buenas, grandes, conmovedoras noticias. Y no menos vendedoras que las malas, las sombrías, las que sólo encierran sangre y muerte, tristeza y dolor.Es momento que nos desintoxiquemos del espanto de una bomba fundamentalista, del incomprensible secuestro, del funcionario corrupto, del deportista que se droga y de la actriz que se divorcia; endefinitiva, de todos los que a diario van pudriéndose en esta cultura de la muerte. Pero no para lavarnos las manos y mirar hacia otro lado, o no mirar, sino, por el contrario, para ver con los ojosdel alma, con la mirada del corazón, y ser conscientes que hay otros ejemplos, otras actitudes más puras, más nobles, más dignificantes, más altruistas que las que, continuamente, compramos y...