Henri beer



HENRI BERR. EXTRACTOS.

“[…] nos hemos dedicado a aislar y reconocer bien, en sus formas diversas, un elemento de la Historia: la contingencia. Comprobamos que, aun considerando esteelemento, la Historia no aparece en modo alguno como un puro desorden, porque la contingencia se combina con leyes extrañas a la Historia que la atenúan, la moderan. Hay series de fenómenos, previsibleshasta cierto punto, que dependen de premisas, de datos imprevisibles; y estas premisas o datos están, a su vez, encerrados dentro de ciertos límites de variabilidad. El azar, la causalidad, segúningeniosa expresión de Le Dantec, se canaliza. Así, ya hemos descubierto en la Historia un orden relativo, pero un orden que no le es propio e inherente; un orden, por así decirlo, adventicio. Segúnalgunos teóricos, este orden es el único que se puede dar en Historia; a unos les parece que esto es insuficiente y a otros que es bastante para hacer de la Historia una ciencia como las naturales.”A decir verdad, no resulta imposible descubrir una analogía entre ese general, completamente relativo, que destaca el estudio de la individualidad, y los resultados que las ciencias extraen de ley.Ya hemos señalado que, en el origen de las leyes – salvo para las más generales de todas que son inherentes al ser mismo – hay contingencia y, por tanto, desde ese punto de vista las leyes participande la misma naturaleza de la individualidad. Parecen diferir de ella en que, por ser contingentes en su principio, se manifiestan como necesidades. No obstante, si lo consideramos cuidadosamente,también hay contingencia en la manifestación de las leyes. Los fenómenos que con mayor exactitud se repiten, los seres más idénticos, se individualizan por diferencias, ya insignificantes, yaimperceptibles, pero no dudosas; esto se comprueba con la suficiente amplitud para no suponerlo aun allí en donde no se comprueba. Como hemos visto, la universalidad de las leyes es condicional, pero cuando ya...