Hilos Frágiles

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Hilos frágiles

Gabriela Acedo Emmerich

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© 2011 SafeCreative Todos los derechos reservados ISBN: DL: Impreso en España / Printed in Spain Impreso por Bubok

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A todos aquéllos que me apoyaron y ayudaron en el largo camino hacia la curación.

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Índice Prólogo. Capítulo 1. En la oscuridad. Capítulo 2. Un atisbo de luz. Capítulo 3. In crescendo. Capítulo 4. En todo suesplendor. Capítulo 5. Despedida. 9 15 31 41 47 57

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Prólogo Esta novela está basada en una experiencia personal, afortunadamente pasada. Hoy por hoy, puedo decir con orgullo, que he superado esta difícil prueba. En el fondo, como cualquier mala experiencia en la vida, me ha servido como enriquecimiento personal. Antes de padecer esta endemoniada enfermedad no había podido nunca entenderni comprender, cómo un ser humano puede negarse a comer, a vivir; cómo puede ser alguien capaz de soportar horas y horas, días y días, sin ingerir apenas alimentos y no tener la sensación de hambre... La necesidad de comunicar al público en general, y, en particular, a los padres, esposos, hijos…, la forma de sentir de los que padecen un trastorno de la conducta alimentaria, me haempujado a escribir esta pequeña obra. Asimismo deseo, de todo corazón, sembrar una rayo de esperanza a los afectados, porque SÍ ES CURABLE. Somos ya muchos que, con la ayuda de especialistas, hemos conseguido salir de ese pozo. Es una enfermedad, contra la que nadie está inmunizado: ni jóvenes, ni mayores, ni chicos, ni chicas… Es una enfermedad, que dirige y controla tu mente y que sin AYUDA esmuy difícil de superar. Gracias a Dios, cada vez disponemos de más Unidades de Trastornos de la Conducta Alimentaria (UTCA) y de excelentes profesionales especializados. Es vital acudir a ellos ante la mínima duda.

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-Quítate la ropa- dice la enfermera del hospital. ¿Qué quieren de mí? Tengo frío, mucho frío y mi único deseo es que me dejen volver a casa para echarme en mi sofáy olvidarme de la realidad. Me meto en el baño y me desprendo de toda mi vestimenta, excepto la ropa interior. Como un zombi obedezco todas las órdenes: -Sube a la báscula. Deja los brazos colgados y no te muevas. El tono es serio pero amable. Me pesa y anota el resultado en un papel. Me vuelvo a vestir y me somete a un cuestionario. -¿Vomitas? -Sí, a veces. -Enséñame tus brazos. Asombradase los enseño. Está buscando marcas de autolesiones. No tengo ninguna. -¿Tomas laxantes? -Sí -¿Y diuréticos? -Sí Preguntas, preguntas y más preguntas. Me niego a pensar. Las respondo como una autómata. ¿Por qué quieren saber tantas cosas sobre mí?

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-Espera en la sala hasta que te llame la psicólogadice la enfermera interrumpiendo mis pensamientos. Me siento en una de las sillas yobservo a mi alrededor. Hay bastante gente. Me llama la atención una mujer de treinta y tantos años que se levanta y dirige al ascensor. Se tambalea mucho y finalmente cae sin fuerzas al suelo. Está extremadamente delgada. Su acompañante le ayuda rápidamente. Todos estamos en silencio, asustados. Ver estas cosas me causa una gran desazón, así que decido contar las baldosas del suelo. Unamano me toca el hombro. Levanto la mirada. Ante mí una mujer vestida con su bata blanca. Es la psicóloga. -Sígueme Voy tras ella, como una niña pequeña. Tengo miedo, mucho miedo. Todo esto es un mundo desconocido para mí y me causa terror. ¿Qué harán conmigo? Entramos en la consulta y me siento enfrente de ella, al otro lado de la mesa. De nuevo empiezan las preguntas. -¿Por qué teimporta tanto lo que piensen los demás sobre tu cuerpo? -No me importa lo que piensen los demás. Soy yo la que quiero encontrarme bien con mi cuerpo –respondo con disgusto. -Estás esquelética. ¿Eso te agrada?

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-¿Esquelética? Está claro que no me ha mirado bien. ¿No ve mis muslos gordos como morcillas? Y mi barriga… Sigue abrumándome con preguntas y más palabras, pero yo ya no...