Historia de una vida

INTRODUCCIÓN

Mi vida ha estado siempre bastante encuadrada en la rutina tediosa. Tengo un trabajo estable, un carácter afable, sincero y muy transparente. Mi madre suele decir que soy demasiado dadivoso con mis sentimientos y mis pertenencias. Pero a pesar de ello, jamás encontré la verdadera amistad ni mucho menos el verdadero amor.

Tras 37 años de existencia en éste planeta, he cosechadoun sin fin de momentos gratos así como también de momentos de sinsabor. Tengo conocidos por montones, una cantidad incalculable de oportunidades para no sumir mi vida en el aburrimiento y un velocímetro de la prisa con que voy en contra del reloj, que sobrepasa con exceso el kilometraje del ser humano promedio.

A veces duele aceptarlo, pero es así, lo que se vive no siempre es para uno. En elhistorial de la vida ocurre que también hay oportunidades en que se tiene tanto miedo de desnudar el corazón que uno se retrae como caracol al interior de su caparazón. Y te niegas a amar.

Tuve una vida amorosa muy prolífica, pero irreal y muy dañina. Irreal porque no la aceptaba como tal, me encerraba en mi caparazón, buscaba proteger mi corazón de un daño que jamás había sentido. Y tambiéndañina porque no medía las consecuencias de mis actos...... y me resistía a aceptar responsablemente el daño colateral causado. Muchas flores deshojadas, muchas vidas tocadas, muchos sueños transformados en pesadilla; son el balance final de las aventuras de mi corazón.

Y precisamente ahora, cuando pretendía huir de mis demonios, cuando pretendía burlar al fantasma de la conciencia y hacer mijugada estrella para engañar definitivamente al corazón y colar en mi vida la mejor alternativa de socia conyugal que mis habilidades, destrezas y bastas experiencias pudieran conseguirme, el destino me señala la hora de enamorarme.

No estaba en mis planes hacer un lugar en mi vida a cupido. Pero éste de verdad llega cuando no se lo invita. Y su irrupción es más impactante cuando nunca se haconocido el sabor de sus flechas. A partir de éste instante nada más tiene sentido. El mundo se transforma y se empieza a vivir la vida en la vida de alguien más. Nadie toma en cuenta que esas sensaciones placenteras que provoca estar enamorado son solamente puñaladas al corazón con la daga de la felicidad empapada en el anestésico de la esperanza.

Pero éste amor –como más adelante lo definiráDolores-, no es mío. Es precisamente suyo. El de ella, el de él, el nuestro en conjunto: el de los fantasmas, el de los viejos, el de los niños, el de las madres. El de todos aquellos que sufren el dolor de la dicha. El de todos aquellos que disfrutan la alegría del sufrimiento, el llanto del desconocido, las lágrimas propias y las aventuras ajenas. Pero particularmente el de ella, aquella en quien vivo.La conocí en una noche de inusitada quietud en mi vida nocturna. Tenía resaca de parrandas sin alcohol, estaba cansado de los locales con olor a nicotina y de las meseras con minifalda de papel crepé que cubrían a medias una tanga hecha con pudor arrepentido. Juro por Dios que sólo quería un café, para poder meditar en el trabajo universitario que necesitaba encarar a fin de vencer un peldañomás en mi camino de descenso al cielo de las glorias personales.

Y ahí frente a mi mesa estaba sentada ella. Ahí frente a mi mesa se enamoró de mí, viendo en mis ojos los ojos de él. Escuchando en mi pecho los latidos de su corazón. Lo pude ver, porque sus ojos de hembra montuna me lo gritaban y yo decidí que era hora de rendirle cuentas al destino y enfrentarlo para poner en tela de juicio sudeterminación final.

“Estoy solo como tú, fulana” te dije, y luego continúe ante tu felina mirada que denotaba intriga y sorpresa ante esa repentina valentía de tu presa a la hora de enfrentar tus letales fauces y el momento de su juicio final: “te invito a que juntos asesinemos a la soledad.” Y tu sonreíste retrayendo tus garras, y perdonando mi vida, mientras tanto.

Y entre café y café...